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Esperando el porvenir

“Sentaíto en la escalera

esperando el porvenir

y el porvenir nunca llega” (popular).  Por José Manuel Gómez Gufi. Escritor free-lance, deflamenco.com, dj flamenco

 

Llevo diez años esperando el porvenir, quizá más. Cuando apareció el Nuevo Flamenco en los años 90, las jóvenes estrellas de entonces solían asegurar: “Ha cambiado más el flamenco en diez años que en toda su historia”. Hoy, 25 años después, podemos seguir afirmando eso con más conocimiento de causa y, sin embargo, miramos a nuestro alrededor y “naide” parece hacerse responsable de cambios y mutaciones.

Los seguidores de Morente o Paco de Lucía hablan ahora con respeto de las figuras del pasado. Nuestros jóvenes leones se dedican a estudiar la vida y milagros de artistas de hace cien años, nadie parece dispuesto a recordar que aquí y ahora se está haciendo el mejor flamenco de la historia y que todo se puede ir por el sumidero por falta de coraje de los programadores.

Puede ser que los conservadores tengan razón, que es mejor ser humilde, hacer la mejor música posible… (Sí, esa que te despeina el alma y te cambia la vida) y luego soltar el discursito de que “todo está inventado y el bueno de verdad era mi abuelo”.

Y tienen razón porque estamos en presencia de personas mayores a las que les debemos un respeto y un reconocimiento que nunca es suficiente. Y es verdad que cuando nuestros jóvenes leones se han soltado el pelo les ha caído encima una ración triple de peluqueros o la ignorancia más absoluta.

Estoy harto de escuchar a los “sabios” de la tribu generalizando sobre lo que no han visto ni escuchado diciendo bobadas repetidas una y otra vez… porque han tirado la toalla y ya no tienen ni músculo ni paciencia para escuchar cosas nuevas.

¿Recuerdan las bobadas que se dijeron de Rosalía? ¿Recuerdan los que proclamaban que se estaba desgitanizando el flamenco? ¿Cuántos festivales están celebrando los 600 años de la llegada de los gitanos a España? ¿Por qué se sigue ignorando la escena gitana de la música urbana? ¿Por qué esos artistas gitanos no quieren saber nada de la industria musical?

La actual fortaleza del flamenco no reside en su capacidad de encerrarse en un caparazón sino en su capacidad para mutar y entrelazarse con otras músicas. Me explico: lo que fascina en todo el mundo no son las certezas del flamenco clásico, eso que algunos se empeñan en llamar PURO. Ahí naufragamos y no encontraremos nada comparable con la Niña de los Peines, Manolo Caracol, Pepe Marchena, Fernanda y Bernarda, Menese, Terremoto, El Torta o Camarón. Pueden añadir los nombres que quieran del santoral. No hay naide capaz de igualar el pasado. NAIDE, y es mejor así porque cuando los periodistas nos empeñamos en buscar el heredero de Camarón, los candidatos vivos se fueron arrugando ante la osadía de enfrentarse a la propia esencia del flamenco.

La pelea posible, donde el flamenco es invencible, es en la música pop. En el año 2015 unieron fuerzas la banda de Lin Cortés con Jorge Pardo. La máxima expresión del GROOVE FLAMENCO que en Madrid tuvo la presencia sideral de Sandra Carrasco. Aquella gira no la vieron en los festivales de la música pop ni en los del jazz, solo la vimos los fans. Un puñao.

Se habla mucho de la creación en el flamenco ¿Y las letras? ¿Qué pasa con lo que se canta? ¿Desenterramos a Lorca otra vez? Aquí es donde nos falta Fraskito, un cantautor que se apareció con una banda de rock y una guitarra de siete cuerdas. Fue demasiado para Radio 3 que apostaron por otro de Elche.

Hablemos de lo que no pasa de moda, de lo que permanece, de lo que estaba buscando Jimi Hendrix. ¿Cuántos cráneos hay que abrir para que nuestro periodismo musical sea capaz de digerir los tres disco-libros de Raúl Rodríguez? ¿Cuántas películas sobre Bob Dylan tenemos que ver, para asistir, de nuevo, a la ceremonia de Perrate y Za! que en directo te pueden convencer de que el rock puede cambiar el mundo, otra vez?

¿HABLAMOS DE AMÉRICA?

He participado en el libro editado por la Universidad de Guadalajara México dedicado a la música pop española en el siglo XXI que tiene una portada y un título muy flamencos: “Vanguardia, Jaleo y duende”. La música española desde la perspectiva americana: 25 artistas españoles retratados por 22 periodistas latinoamericanos… y mis colegas han decidido que haya un montón de indies y que la mitad de los artistas tengan una relación descarada con el flamenco. A mí lo que me gusta es el porcentaje: ¡LA MITAD!

Ustedes/Vosotros pueden poner Radio 3 y comenzar a llorar.

 

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