Don Antonio Chacón llegó a Sevilla por primera vez contratado por Silverio ganando la fabulosa cifra de 16´25 pesetas diarias, cantidad muy alta para aquel tiempo; fue cuando Fernando el de Triana decía que, Antonio Chacón fue el primer revolucionario del cante andaluz. Triunfar como artista en el Café de Silverio fue para don Antonio como entrar por la puerta grande del cante y de paso poder actuar en los más importantes establecimientos.
Una amena lectura creada por la pluma de Blas Vega, nos da otras claves para conocerlo mejor. En 1889 coincidieron tres importantes fechas para Chacón, consiguió librarse del servicio militar, la muerte de Silverio, y la gira triunfal por toda España para consagrarse como la máxima figura del flamenco. Y por fin Madrid, cumpliéndose su sueño de cantar en la capital de España, donde se quedó para siempre, y donde murió en su domicilio de la calle Toledo el 21 de Enero de 1929, descansando sus restos en el cementerio de la Almudena.