La cantaora Argentina está por Madrid promocionando su nuevo disco, Mi idilio con La Habana: “que he descubierto un mundo maravilloso que me ha enriquecido muchísimo”. Natalia del Buey, periodista colaboradora de Zoco Flamenco, ha hablado con ella. Foto promociónal
Naces en Huelva, lugar de gran tradición flamenca que seguramente haya inspirado mucha de tu música ¿Ha influido a la hora de definir tu identidad como artista?
Totalmente. Empecé bailando flamenco a los tres años pero con el tiempo, me di cuenta de que lo que me gustaba era cantar. Después de las clases, llegaba a casa y en vez de ponerme a ensayar los pasos que había aprendido, cantaba lo que había escuchado. Es verdad que las clases de baile me sirvieron para guiarme, pero el lugar donde estaba, Andalucía, influyó a la hora de querer hacer flamenco. Lo tenía muy claro.
Durante este camino, has realizado una lista muy numerosa de trabajos discográficos. No obstante, cada uno está compuesto por matices diferentes que convergen en lo que poco a poco has ido construyendo: tu estilo. En este proceso, ¿cuándo sientes haber encontrado tu propio sonido?
Yo siempre he intentado hacer mi música de la manera más especial posible. Busco un sonido fresco y que enganche a la gente, especialmente a los jóvenes que son el futuro de esta música. Quiero que el público joven se enamore del flamenco porque es algo nuestro, que nos representa.
A lo largo de mi carrera he tratado de construir ese sonido, pero en la elaboración de cada disco también ha influido el momento que estaba viviendo. Mis dos primeros discos los orienté hacia algo más comercial. Se hicieron para que sonaran en las radio fórmulas. El tercero, Un viaje por el cante, lo centré en un flamenco más tradicional, algo que tenía muchas ganas de hacer. Cuando terminé de grabarlo pensé en el siguiente, Sinergia, que hicimos en los teatros cogiendo lo mejor de cada uno. Después vino La vida del artista, de nuevo flamenco tradicional, con la incursión de otras músicas: el tango argentino, la música clásica o el fado, como homenaje a lo que supone el día a día y el trabajo del artista. Continué con uno especial de Navidad, una temática que siendo andaluza y flamenca me encanta. Se lo dediqué a mi hijo Miguel. Y hasta ahora, que viene el séptimo disco, Mi idilio con La Habana.
Has elaborado una carrera tan especial que has logrado llevar el flamenco por muchos lugares del mundo: escenarios como el Oslo Word Music Festival en 2013, en el Walt Disney Concert Hall en 2014, el Festival Flamenco de Lisboa en 2015 o las dos nominaciones en los Latin Grammy ¿Cómo es transmitir un arte tan nuestro y hacerlo entender más allá de las fronteras?
Es verdad que el flamenco tiene un idioma que es el español, junto con el dialecto andaluz, pero creo que es el sentimiento que transmite lo que va más allá de entender las palabras que se cantan. Cuando tú como artista interpretas, lo haces con el corazón y eso es lo que llega al público. Es cierto que la letra es importante para darle el carácter necesario y hacerlo más completo, pero el flamenco va más de dejarse llevar. Ir con el corazón y la mente abierta para recibir diferentes sentimientos: cantes hondos que te hacen llorar o estilos más altos que te transmiten alegría y festividad. Cada cante es distinto y se expresa diferente, pero cada uno lo recibe de una manera. Y llega, sin importar el idioma en el que se cante.
En este sentido, como a otros artistas, muchos te consideran una referente en el arte flamenco ¿te sientes embajadora fuera de España?
Yo creo que todos los que hacemos flamenco, independientemente de las posibilidades que cada uno tenga, nos sentimos embajadores de esta música. Es de nuestro país. Nos sentimos orgullosos. Hemos tenido la suerte de tener el legado de artistas anteriores que han luchado por el flamenco, dejándonos a nosotros el relevo. Sin embargo, es importante saber de ellos y aprenderlos. En mi caso, la Fundación Cristina Heeren me ayudó mucho. Gracias a ella, ahora tengo una base de conocimiento muy grande que me sirve para montar mis espectáculos y mis discos, y para seguir llevando el flamenco por todas partes.
Has llevado el flamenco fuera, pero también has sabido traer la música de otros al flamenco. Así suena tu nuevo disco: Mi idilio con La Habana ¿De dónde nace la idea de realizar este trabajo?
Fue algo que nació por petición de la gente. En 2019 viajamos a La Habana para cantar en el 500 aniversario de esa tierra, en un proyecto que organizaba Javier Limón. Estuvimos una semana y durante ese tiempo ensayábamos con otros artistas españoles y cubanos que se fusionaban para la ocasión. Yo llevaba tres o cuatro canciones, entre ellas Idilio, y salió genial. Al día siguiente, pasado el concierto, aprovechamos para hacer turismo. Fuimos a comer y escuchamos a un grupo tocando. Nos gustó mucho y nos presentamos. Y surgió la magia. Allí mismo, grabando con el móvil, cantamos Idilio y lo subimos a redes sociales, llegando a hacerse viral. Comenzó a seguirme mucha gente que me descubrió gracias a ese vídeo. Y junto a mis seguidores me animaron a grabarlo. Me lo pidieron ellos.
El 1 de diciembre de 2019 fuimos al estudio a grabarlo, pero creímos que sería una lástima dejarlo solo en una canción. Entonces pensamos en hacer el disco. Se me abrió una puerta tras la que he descubierto un mundo maravilloso que me ha enriquecido muchísimo, en lo personal y en lo profesional.
Tus composiciones han viajado por La Habana, Sevilla, Huelva o Valencia empapándose de su ambiente y de sus gentes ¿Qué colaboraciones podemos escuchar en ellas?
Participa Son de Cuba & Compañía en las grabaciones de Idilio, Que alguien me diga y La candela de Lola, un grupo de son cubano que llevan muchísimos años viviendo en Sevilla. Con Indira Sánchez, la vocalista del grupo que escuchamos en La Habana, también grabé Idilio, que era lo que realmente nos pedía el público. También se puede escuchar al grupo Plena 79 Salsa Orquesta, una banda de músicos valencianos increíbles. Y, por supuesto, la colaboración estrella es la de Pancho Céspedes. Es un artista al que yo he admirado desde la primera vez que vino a España. Me quedé embelesada con su música y con su voz. Es amigo, buen compañero, una persona muy divertida e inteligente y que controla mucho sobre el escenario.
Y por último, ¿dónde podremos «contaminarnos» de los sonidos de La Habana en las próximas semanas?
Todavía estamos cerrando fechas, pero vamos a llevar el disco a varios sitios. En la Comunidad de Madrid, en Baleares, en Andalucía. Me encantaría fuera de España, aunque es más complicado, pero allí ya tengo mi banda.
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