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Áspid, la lucha y la búsqueda de Vanesa Aibar por su identidad flamenca

 Vanesa Aibar presenta Áspid el 1 de Julio en la sala Berlanga de Madrid, dentro del ciclo Bailar en la Berlanga, que se celebra entre los días 27 de junio al 1 de julio, a precios populares. En esta entrevista nos cuenta el proceso creativo de la obra y otros proyectos

 

Háblanos de Áspid, ¿en qué te inspiraste para la obra?, ¿hay variaciones desde su estreno a la que presentareis en la Sala Berlanga?

Áspid es una pieza motivada por un interés y búsqueda coreográfica en torno a figuras mitológicas cuyo denominador común es la serpiente, ese imaginario me sirvió de puntal para reconstruir además la imagen romántica de la bailaora, cuyas cualidades, en su origen, se comparaban a este temido animal.

Hay búsqueda de identidad, lucha de contrarios y lucha de poder. En su fuero interno es una pieza que toma su origen en la decisión de hacia dónde dirigirme como intérprete y qué lugar ocupar dentro del flamenco bajo mi punto de vista.

Desde su origen, Áspid no tiene variaciones sustanciales en cuanto a la forma, sin embargo, el recorrido que la pieza está teniendo en el tiempo y en representaciones, está permitiendo que sea el propio lenguaje y las líneas de tensión creadas junto a mi compañero José Torres Vicente las bases sobre las que se sustenta la obra. Podríamos cambiar las músicas y los pasos, seguiría siendo “Áspid”.

Has ganado un Premio Max por tu trabajo ‘La reina del metal’, ¿qué ha supuesto este premio en tu carrera?

Contestando a esta entrevista aún me cuesta trabajo encontrar palabras que se acerquen a la emoción que me supone a nivel personal recibir este Premio Max. Porque es un apoyo desde la profesión, desde distintas disciplinas, sé además que aparezco en el panorama escénico desde un camino y trayectoria muy personales con lo que esto pudiera conllevar, más desconocida para algunos. Además, La Reina del Metal, es la pieza hasta ahora en la que me hallo más libre, gracias también a la simbiosis musical que se generó con mi compañero Enric Monfort. Así que mi lectura del premio es algo así como la confianza in extremis a ese camino trazado y a esa libertad escénica.

Eso sí, lo vivo con cierta contrariedad, porque lo más importante de todo esto es poder representar la obra, compartirla, que se vea, que exista y una se esperaba los contratos para firmar al día siguiente, pero tampoco ha sido así, supongo que es lo normal, en esta profesión te acostumbras a cocer a fuego lento, esperar y confiar…aún no tengo la respuesta sobre lo que puede suponer en mi carrera con perspectiva de futuro, falta tiempo para saberlo.

¿En qué momento creativo te encuentras?, ¿qué visión tienes en este momento de la danza, del flamenco?

Después de un largo período de trabajo tras el último proyecto (estoy en la media de dos años por proyecto) camino con mucha curiosidad sobre lo que ha de venir y por otro lado vacía, como si no tuviera nada más que contar, es bastante bipolar. Si bien es cierto que hace tiempo que ya comencé a elucubrar sobre el nuevo proyecto que me rodea intento ser cauta en este momento, pienso mucho en cómo hacer rentables y sostenibles los proyectos y que no me invada la vorágine de producción- muerte…al final me engancharé de nuevo en este nuevo motor creativo y este discurso se me olvidará.

Lo que es cierto es que vivimos un momento único, las posibilidades del cuerpo y las capacidades técnicas se han elevado a niveles estratosféricos tanto en la danza en general como en el flamenco en particular, gracias a este momento histórico se ha abierto nuestra amplitud de miras, realmente lo veo apasionante.

No es nada extraño ver a un flamenco fuera de programaciones propias relacionándose con equipos multidisciplinares. Considerar el flamenco otro lenguaje dentro de la palabra arte, sin tener que defender por ello sus particularidades es para mí el verdadero challenge. Y hoy día lo veo ahí.

En contra, veo que las tendencias contaminan todo y arrollan el mercado, es mucho más difícil encontrar propuestas que sean distintivas y diferentes, muchísima calidad aunque más homogénea…pero es que estamos en la globalización, no se puede coger mucha lucha contra esto.

En este sentido, ¿Qué te aporta el flamenco en tu expresión y concepto de baile?, y ¿el flamenco que aporta a la danza en general?

En mi cuerpo el flamenco aporta tierra, con la potencia que eso conlleva, rítmica, riqueza de calidades de movimiento, me predispone a la escucha interna y externa porque continuamente se está jugando con las líneas de tensión, entre el silencio, la espera y el remate. Me da mucha libertad y estructura.

Creo además que es una fuente inagotable de inspiración, en sus letras hallo las bases conceptuales de los proyectos o las ideas que me rondan.

Tiene la gran capacidad de fagocitar y transformar todo lo que se le acerca, por lo que creo que está siendo un referente para otras danzas, tomando prestadas esa amplitud, su rítmica o su carácter. Además, en estos momentos que se ha puesto de moda lo popular, el folklore, lo flamenco, aunque a priori sea en aspectos superficiales imagino que con el tiempo calará más hondo.

¿Nos puedes adelantar algún proyecto en el que estés trabajando?  Gira 2023-2024

En estos momentos me encuentro descubriendo el mundo de la cristalografía y su impacto en el arte. Hace un tiempo conocí al científico Juan Manuel García-Ruiz, quien me abrió el pensamiento con su universo de cristales, y no sólo me ha inspirado, sino que me está reconciliando con ciertos esquemas mentales propios, soy de ciencias y reconozco cómo interpreto o reordeno el mundo por este funcionamiento.

Ahora estamos en el inicio, descubriendo las posibilidades. Se proyecta una Conferencia bailada, una pieza escénica y otras ideas que están germinando.

 

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