David Lagos es un flamenco que vive su tiempo, contemporáneo, goza del prestigio de los veteranos flamencos y de los jóvenes que comienzan la senda jonda con visión renovada. Inquieto, gran conversador, poeta, un trovador concienciado que no deja de lado las grandes cuestiones que plantea una nueva era como la que atravesamos. En el flamenco, Barrio de Santiago, cuna y lugar por donde han caminado los más grandes artistas de Jerez, nos dejamos llevar por las palabras, pasen y escuchen: «la pureza es todo aquello que lleva verdad, que es honesto y que sale del corazón».
(Entrevista completa. Publicada primera parte en Revista Zoco Flamenco impresa de febrero 2024) Por Juan José Leonor. Foto @lidiamar
David, has conseguido gozar del respeto de los jóvenes y de los mayores, pocos artistas flamencos abrazan ese logro, ¿Cuál es la fórmula?
Para mi es un orgullo muy grande, los jóvenes vienen a casa para compartir sus proyectos y me piden ayuda para cuestiones o dudas que se les plantean, «mira, que a ver si puedes hacerme una letra… que tengo una duda con esto… a ver si me puedes pasar un tema»… me refiero a la letra que le hice a El Torta que canta Jesús Méndez y que gustó mucho. Aquí en Jerez estoy muy relacionado con los músicos jóvenes y no tan jóvenes, estoy en ese punto en el que no me salgo del flamenco y a la vez conecto con otras formas de decirlo, eso me acerca a los que vienen y a los que están.
¿Podemos decir que eres un flamenco contemporáneo?
Perfectamente, lo que no me gusta nada es el termino vanguardia, me suena a lo contrario que retaguardia, me suena a nombre de guerra, yo soy contemporáneo, vivo en mi tiempo, por suerte o por desgracia ya no vivimos en casa de vecinos, pasando hambre y metiendo la cuchara en un puchero para todos, el que lo ha vivido y lo tiene, cuando lo canta, me parece muy bien, pero que yo busque eso ya no me lo parece, porque no lo he vivido. Se morirá un día tu madre e inevitablemente tu padre, un hermano, te deja una mujer, esas fatigas son las que hay que buscarse, y además, intentar adecuar las letras con el lenguaje actual. Las formas han cambiado, se puede escribir lo que estás sintiendo y hacerlo de una forma actual y sin dejar de sonar flamenco.
¿Es el flamenco un arma cargada de futuro, me refiero al flamenco como una forma de agitación social, que pueda concienciar de los grandes problemas que vivimos?
Por supuesto que sí, ahí tienes por ejemplo, “El miedo”, uno de los temas de mi tercer disco “Hodierno” en el esta una de las grandes amenazas con la que convivimos, es un tema que me ha dado muchas satisfacciones, me llamaron incluso de emisoras de radio para emitirla con noticias o algo parecido, salió justo antes de la pandemia y mucha gente lo asimilo con ella, pero lo cierto es que no tenía relación, el tema surgió por dejar patente que el miedo es un arma de dominación muy potente, igual que la de generar incultura, es una pena que en el flamenco no tengamos la suficiente valentía para contar las injusticias y abusos sociales que padecemos, ya lo hizo José Ménese de la mano de Moreno Galván, o El Cabrero, tampoco es que se trate de hablar de política, pero sí de sacar esas inquietudes que en muchos casos nos atenazan. Comprendo el miedo de los artistas a que nos puedan encasillar y que limiten tu trabajo por tus ideas. Yo mismo he tenido que dar explicaciones, incluso tener que defender mi postura en contra de mantener a Queipo de Llano allí en La Macarena en Sevilla (estuvo enterrado en la Basílica de la Macarena hasta el 2 de noviembre de 2022, cuando fue exhumado y trasladados los restos, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica). Lo hice con una seguiriya que estrené en la Bienal y que se llama Canto del Silencio, saldrá incluida en un próximo disco, que deseo hacer en directo, y cuya edición está en espera por ello. También en Málaga levanté la voz por los trescientos niños que están enterrados en el cementerio de San Rafael en una fosa común, en fin… hay heridas que deberían estar cerradas y que sin embargo están todavía muy abiertas.
Cantes del Silencio en La Bienal de Flamenco de Sevilla 2022
David y Alfredo Lagos en Festival Desvarío 2021. El Dorado, Barcelona
Aquí en Jerez, las esquinas huelen a flamenco, ¿conoces cantaores que debieran o que podrían ser figuras y que no deseen serlo?
Mira, en Jerez se le cae al camarero la bandeja y ya tienes el lío montado, según yo veo el respeto que por Jerez se tiene, al margen de los grandes artistas que tenemos y hemos tenido, ha sido principalmente por los aficionados, a lo que los artistas le tenían miedo es a la afición, cualquiera de ellos en un momento dado, lo hace mejor que tú, y hablo de un camarero o de un zapatero, por ejemplo, el listón de conocimiento, sabiduría y respeto que se tiene por el flamenco es impresionante, es algo natural, la convivencia entre gitanos y gachós, en los patios, en las comunidades de vecinos, fue tan intensa y fructífera que la huella la tenemos aquí, esa manera de entender y de sentir el flamenco es propia de este pueblo y te voy a contar… el otro día, aquí mismo, estamos tomando un vinito y entra por la puerta un hijo del Ripoll, un cantaor de aquí, pues bien, creo que se dedica a la albañilería, como estábamos a gusto y ya con ganas de escuchar, le pusimos un poco de compás a la cosa, madre mía de mi alma, como se puede cantar tan bien por bulería, sonando a una cosa antigua, con una profundidad… te transporta a cien años para atrás. Todavía te puedes encontrar estas cosas en Jerez.
¿Qué piensas que opinan los flamencos más ortodoxos sobre tu trabajo, las peñas y demás afición anclada en las raíces más antiguas?
A mi me gusta ir a las peñas, de vez en cuando hago alguna pero no me prodigo mucho, como tampoco en los festivales, pero todavía queda un sector dentro del flamenco que separa a los cantaores de los festivales y de los teatros y parece que son ligas distintas, yo soy un cantaor que normalmente me veras en los teatros porque voy en las compañías y vamos haciendo espectáculos en donde igual brilla en su momento el cante, el baile o la guitarra y también percibo que hay una parte del público, que creo, que en eso se siente un poco perdido, que no conoce al David Lagos cantaor en una peña y como en festivales tampoco me ven, porque se ha convertido en un circulo muy cerrado, se ponen de moda ciertos cantaores y se tiran unos pocos años en todos los festivales habidos y por haber, luego pasan de moda y se acaba ese cantaor, es algo un poco raro, no se si es por los propios representantes que llevan los festivales, no sé, hay un entramado ahí que es difícil de superar, precisamente por ese motivo me presente al concurso de La Unión, por darle a conocer a alguna gente que yo no era solamente el cantaor que podías ver solo en un teatro, siempre detrás de un elenco, así que me presente y gane la lampara, total cinco premios, creo que con esto se pudo cambiar la opinión de unos cuantos sobre mis cualidades flamencas. En muchos casos, las peñas no han sabido adecuarse a los nuevos tiempos, renovarse, si, tienen muchos socios, pero ¿cuántos pagan y que se hace? La peña no puede ser lo que era antes, en estos lugares se deberían presentar libros, charlas, dar ocasión a gente joven, en fin… mover la cultura flamenca y encantar a nuevos posibles socios, unas cuantas aquí en Jerez lo están promoviendo, pero también quedan otras que como propuesta tienen el echar la partidita de cartas. Yo he llegado a estar en una peña en la que el presidente me dijo, mira David, como vamos a comer un poco durante la actuación, a ver si puedes cantar cosas ligeritas, que no sean, ya sabes… soleares, seguiriyas y cosas tristes, ¿Tú crees que esto es serio en una peña? Por supuesto le canté la Caña, el Polo, tres granaínas, dos malagueñas, tres seguiriyas, … me quedé bien desahogado.
El cantaor ¿nace o se hace?, en tu caso, ¿en qué momento fuiste consciente de ser cantaor?
Un poco de todo, se tienen unas cualidades innatas, hay gente que ni siquiera las descubre, teniéndolas, porque no las practica, no nace en la tierra adecuada, por pánico escénico, en fin… hay un compendio de cosas que hacen a un cantaor, yo vengo de una familia que le gusta el flamenco y que son cantaores, mi tío , mi primo hermano, gente que canta, entonces en las reuniones familiares, de chico, siempre lo escuche, de mi madre eran catorce hermanos y cada uno, como mínimo tenía cinco hijos, pues unos preferían irse a jugar y otros por escuchar y aprender, para que veas que esto es una cosa que no sabes por qué te llama la atención, a mí me la llamo, luego te das cuenta que tienes oído y afinas, que no entonas mal, y empecé con uno de mis tíos, Álvaro, un profesional que murió cantando en Japón, empezó a llevarme y a pasearme por el ambiente flamenco, pero nunca jamás como una profesión ni nada, yo me lo tomaba casi como un juego, y claro, más adelante te planteas que puede ser una forma de ganarte la vida, y hay comienza otro ciclo que es estudiar, estudiar y estudiar, cinta palante, cinta patrás, no hay otra manera, luego también las experiencias personales, las reuniones, el ambiente, escuchar.
¿Cómo diste entonces el paso definitivo para hacerte profesional?
Con mi tío, iba con él y me daba oportunidades para subir al escenario, ponerle mi cante a algún bailaor, ya sabes… poco a poco, hasta que surgió una ocasión de ir a Japón por seis meses , a ese famoso tablao por el que pasaron todos, “El Flamenco “entonces mi tío tuvo un accidente laboral y se fastidio una pierna, así que me vi en Japón, cantando al baile de Domingo Ortega, imagínate, dos pases de siete números , catorce números diarios, me vi solo allí cantando, con mi maletita llena discos para continuar ampliando los cantes , esa fue una autentica escuela, por allí pasaba y me escucho Cristina Hoyos, porque por ese tablao pasaba todo el mundo, para trabajar o para verlo, así pasaron los seis meses de contrato me llamo Cristina y me incorporo a su compañía, en la que estuve cuatro o cinco años, entonces se trabajaba veinte días del mes, no como ahora, que tienes que ir a Alburquerque a hacer una gala de un día, me sirvió de mucho profesionalmente.
¿Cantar atrás es la verdadera escuela por la que tiene que pasar un cantaor?
Para un artista de hoy en día es casi obligado pasar por esta experiencia, te sitúa, sabes reconocer por dónde y cómo se mueve un bailaor, las luces, la disciplina del artista, en definitiva, a dominar la escena y a manejar los recursos que ofrece el escenario. Todo suma, y desde luego es una etapa que enriquece mucho a un cantaor.
¿Y tú experiencia con otras músicas, como surgió el incorporar otros instrumentos y otras disciplinas en tu cante, en tu forma de sentir el flamenco?
Escuchar buena música, a grandes artistas con propuestas diferentes , se mete en el tuétano, para los cantaores, para el artista, lo que funciona es este, el oído, no la cabeza como se suele pensar, el oído, al margen del buen metal o no, lo que se tiene es buen oído o malo, si tienes buen oído se te pega todo, los buenos cantaores también son buenos imitadores, a hablar se aprende de otras personas y de imitarlas, pues el cante también de escuchar a otros cantaores, tarde o temprano aflora tu personalidad y también el acercamiento con otros músicos hace que tu horizonte musical se amplié, después de trabajar con Cristina Hoyos estuve con muchos bailaores pero fue con Israel Galván, al que yo considero un referente, marco una línea de baile que actualmente siguen otros artistas y que incorporo a sus trabajos otras disciplinas musicales y de las que yo también me vi, lógicamente, influenciado, por eso, uno se va formando de su entorno e influenciando de otras maneras posibles de ampliar su inquietud musical. Me siento muy afortunado de haberme relacionado con muy buenos músicos, porque para mí la música no es que sea bonita o fea, hay buena música y mala música, todavía hay quien cree que estar rodeado de músicos con otras ideas y sensaciones, le resta al flamenco pureza y profundidad, y la pureza es todo aquello que lleva verdad, que es honesto y que sale del corazón.
¿Cómo te planteas el tema de las letras al estar acompañado de músicos que no están tan continuamente involucrados con el flamenco, escribes tú las letras?
En mi familia tenemos una vena literaria muy arraigada, igual que te digo que se heredan ciertas cosas, condiciones, cualidades, herramientas, pienso que también la escritura se transmite, mi tío Álvaro, este que te digo que fue con el que comencé, también escribía sus letras, mi abuelo, que no sabía ni leer ni escribir, sabía rimar e improvisar letras, mi hermano Alfredo también escribe, de hecho ha publicado un reciente libro de poesía al que ha titulado La Calidad del Pan, mira qué título más bonito… escribo y adapto las letras, pero también me gusta llevar conmigo toda esa riqueza literaria de las letras flamencas tan formidables que tenemos.
¿Qué nos puedes contar de tus proyectos, en qué estas trabajando?
A nivel personal estoy con el disco que hemos comentado, “Canto del Silencio” , que tiene varios formatos, uno acústico con saxo y piano y otro en formato grande, ya con baile, también estoy con el bailaor David Coria, llevamos una serie de espectáculos juntos, después del éxito del espectáculo “ Fandango”, al que David puso argumento y coreografía, basado en mi disco Hodierno y que fue muy premiado, también estamos con un reciente espectáculo que se llama “Bailes robados “y que está inspirado sobre una pandemia que hubo en la edad media, fue una especie de locura colectiva con la que la gente se pasaba los días bailando y no se sabe muy bien porque, y como ya está muy cerquita el Festival de Jerez, pues Mercedes Ruiz también me ha llamado para hacer un espectáculo entre guitarra cante y baile, así que no puedo meterme en más berenjenales, no me llegan las horas.
¿Te vamos a disfrutar por Madrid?
Madrid este año me lo voy a patear bien, dentro de poco, en abril, creo, voy precisamente a la peña El Duende, la cita me parece que será en el Ateneo, también estaré con Marco Flores y mi hermano en el espectáculo Rayuela, un espectáculo muy bonito, luego estaré con Santiago Lara y más tarde con mi Hermano Alfredo en la SUMA, esto todavía no lo sé con detalle, hay más proyectos, pero están todavía madurando y es pronto para hablar de ellos.
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