El bailaor gaditano Juan Tomás de la Molía, figura emergente del baile flamenco con tan solo 24 años, participará el próximo martes día 4 en la XX edición de las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid, con su espectáculo Vertebrado. Fernando Pastor
- ¿Cómo han sido sus inicios y su trayectoria en el mundo del baile flamenco?
Desde que nací me llamó la atención el flamenco, pues mi padre es muy aficionado. A los 6 años me apuntó a la escuela de Ana María López, en la Peña Los Cernícalos, en Jerez. Allí empecé a conocer el mundo de las bulerías y las alegrías.
Dos años después cambié de escuela y empecé a estudiar con José Galván, el padre de Pastora e Israel. Ahí estuve 4 años, en los que aprendí muchísimo. También he tenido clases particulares con artistas como Farruquito o Pepe Torres, y alguna clase de danza clásica.
Con 18 años gané el concurso Manolo Soler, por el que me dieron una beca para entrar en la Fundación Cristina Heeren. Ahí seguí aprendiendo con maestros como El Choro Molina, Luis Aparicio, Milagros Mengívar, Javier Barón, Rafael Campallo, etc., que me enriquecieron mucho. Tras año y medio en esta Fundación llegó la pandemia y se paró todo.
2022 fue un año muy positivo, gané el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, y entré a formar parte del Ballet Flamenco de Andalucía, dirigido por Úrsula López, en el que estuve hasta junio de 2023.
En el Festival de Jerez he estado varias veces, la última hace escasos meses, con el espectáculo Vertebrado, con el que recibí el premio Revelación, y que es el espectáculo que haré en las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid.
- ¿Qué referentes ha tenido en el arte del baile flamenco?
Farruco me gustaba mucho. También El Güito, Mario Maya…Los bailaores festeros me gustan también porque aportan mucho a mi baile y son muy naturales.
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- ¿Eso quiere decir que usted opta más por la naturalidad y la espontaneidad que por el academicismo?
Sí, me dejo llevar por mis sentimientos y mis sensaciones e intento ser lo más natural posible. Quiero que mi registro me salga de la forma más personal.
- Pese a su juventud ha hecho giras internacionales y le llueven premios y reconocimientos, ¿cómo lo está viviendo?
Sé que me queda muchísimo por aprender y por crecer artísticamente, pero estoy supercontento por todos los reconocimientos que estoy recibiendo. Me siento muy afortunado y entiendo que también he trabajado mucho durante toda mi vida, desde pequeño. Los reconocimientos los acojo con muchísima felicidad y muchísima alegría, pero a mí lo que me hace feliz es subir a un escenario.
- ¿Cómo ve el momento actual del baile flamenco?
Yo creo que hay un nivel muy alto, con muchas personas diferentes y cada una explora el flamenco desde donde lo ve o desde donde lo siente. Yo por ejemplo me identifico con el flamenco más tradicional, que es lo que más me gusta y lo que más me llena en el escenario, pero respeto a los compañeros que tengo, que son técnicamente increíbles y les admiro mucho.
- ¿Qué puede decir de ese espectáculo que veremos en Valladolid
Vertebrado está dirigido por Manuel Liñán. Queríamos hacer un espectáculo con el que me identificara mucho, y puesto que yo empecé en el baile con bulerías, pues el espectáculo está basado en este palo. Por tanto, vamos a disfrutar de un espectáculo dinámico y divertido.
- ¿Qué proyectos inmediatos tiene?
Además de continuar de gira con Vertebrados, los días 13 y 14 de junio estrenaremos el espectáculo Puerta de Amor con la compañía de Manuel Liñán en los Teatros del Canal. Y seguiré en tablaos.
- ¿Ha pensado en crear su propia compañía?
Yo soy una persona de trabajo diario y ejecuto las cosas según vienen. El modo en que vayan ocurriendo ya se verá. Lo que me hace feliz es subirme a un escenario y eso no quiero dejarlo.
