TINA, TE AMAMOS LOCAMENTE. Las que fueran el gran icono del gipsy rock, Las Grecas, Tina y Carmela Muñoz Barrull, las dos hermanas que en 1974 lanzaron el rock gitano al estrellato, vendiendo 500.000 copias con el tema “Te estoy amando locamente”, siguen tan vigentes y originales como el primer día. Por Rosa Pérez Riesco.
Saray Muñoz, cantaora del Ballet Nacional de España
Recordamos esta entrevista con Saray Muñoz, hija de la gran Tina, cuando se hizo el homenaje a su madre (2018), un concierto precioso donde colaboraron Farruquito, Rafael Amargo, Tomasito, Jorge Pardo, Bandolero o Manuel Malú, entre otros. La sala llena a rebosar de gente bailando al son de las canciones de Las Grecas, nos recordó toda la fuerza que estas jóvenes gitanas donaron a la gente allá en los setenta, un legado que continúa. Una noche en la que todos amamos a Tina locamente.
1974. Te estoy amando locamente. 50 Aniversario del GipsyRock, el álbum que ensalzó a Las Grecas a la fama.
Saray Muñoz es cantaora y compositora. Ha colaborado en los espectáculos de Sara Baras, Antonio Canales o Raimundo Amador. Escribe letras para la mayoría de los espectáculos en los que colabora, y actualmente es la cantaora del Ballet Nacional de España.
- La familia de su madre Tina y de su tía, Carmela, vivieron siendo ellas muy chiquitillas en Argentina, ¿eso pudo influir en la visión musical de lo que sería el fenómeno de Las Grecas?
Influyó todo, mi familia era nómada y viajaba mucho. Ellas tenían mucha curiosidad por todo y escuchaban todo tipo de música. Jugando y divirtiéndose iban mezclando músicas, letras… Además, aunque mis abuelos no se dedicaban a la música profesionalmente, sí se rodeaban de artistas. En esa época coincidieron mucho con dos hermanos El Luis y El Zíngaro, que hacían una rumba muy original, muy bonita, muy personal. Cualquier cosa era una fiesta.
Después cuando vinieron a España, mi tía Carmela, que es la mayor, era la que quería dedicarse al flamenco, según me han contado. Ella fue a los tablaos, a Los Canasteros, al Caripén… y al final metió a su hermana Tina.
Cuando yo nací en 1975, ya se había publicado “Te estoy amando locamente”, y mi madre viajaba mucho, estaba en pleno apogeo, con grabaciones y actuaciones. Como todo hijo de artista, la veíamos poco, pero lo llevamos muy bien. Ella era muy cariñosa, era un vendaval, y suplía con creces ese cariño y ese no poder estar con nosotras todo el tiempo.
- Dicen que tras ese triunfo tan rápido no supieron bien defender o encaminar su carrera posterior. ¿Qué se oía en la casa?
Ellas todo se lo tomaron como un juego. Fue muy bonito e hicieron muy felices a mucha gente… Luego ya cuando pienso en esa época y en lo jóvenes que eran, yo me digo “a los niños hay que dejarles crecer”.
- ¿Qué músicos, qué personas cree que influyeron en ese éxito?
Seguramente, sus productores y la casa de discos hicieron mucho. Ellas pusieron su talento, la imagen, la belleza, las voces, pero todo el equipo contribuyó al éxito, creo yo.
- Fue una época muy especial en España, una época de ansia de la libertad…
Sí, la libertad, pero la gente era ingenua, y por ignorancia se metía en muchas cosas que no hacían libre. Luego supimos que la libertad es otra cosa.
- ¿A Tina le gustaba el flamenco?
Le encantaba el flamenco. Siempre cantaba flamenco por bulerías y fandangos cuando estaba en casa, cuando estaba entre amigos. Ella con sus discos, con la música que vendía, se divertía, lo pasaba muy bien, pero en sus gustos era una buena aficionada. Los flamencos la conocían más en esta faceta, que era lo que ella cantaba en la juerga.
- ¿Qué escuchaba Tina?
Le gustaba mucho Manolo Caracol, y escuchaba de todo, a La Marelu, a Laventa, a El Luis, a Camarón y Paco [De Lucía]…
Tina y Camarón en Madrid
- Su madre y Camarón fueron amigos, y coincidieron muchas veces en Madrid, ¿se juntaban para componer o crear juntos?
Mi madre y Camarón se querían muchísimo, eran muy amigos.
En los setenta vivieron esa amistad y se adoraban. Se juntaban para arreglos, para ver cómo hacían tal o cual arreglo, se cantaban el uno al otro, versiones, cómo hacer esto o aquello. Compartían sus dones.
Mi madre además siempre le tuvo un gran cariño. En sus últimos años, que ya estaba muy malita, le venía mucho a la cabeza Camarón, y me decía “hija, ¿sabes que se ha muerto Camarón?”. Lo tenía en la mente, lo repetía.
- Así es que Tina hacía arreglos y componía, era muy creativa…
Era creativa, carismática, era un vendaval. Le encantaba dibujar y escribir. Dibujaba flores preciosas muy elaboradas, con pétalos muy pequeños, mucho detalle, todo a lápiz. O grecas, le encantaba dibujar diferentes tipos de grecas. A mí me enseñó a dibujar esas flores
Y luego escribía… se pasaba horas escribiendo todo lo que le venía a la mente, historias que se inventaba, canciones…
Componía también, la mayoría de los temas de Las Grecas eran de ellas, de Tina y Carmela. Ellas fueron las compositoras, los escribieron, aunque no estén registrados a su nombre.
- Hace unas semanas, usted organizó en Madrid un precioso Homenaje a Tina, con la participación de muchos artistas. Fue algo muy bonito, todos bailamos sus canciones y era como que no habían pasado. Tienen toda la fuerza.
Yo quería un reconocimiento a Tina como artista, como mujer, como mito, alguien importante que ha dejado esa herencia a los flamencos. Eso era lo que quise homenajear, a la Tina que hacía bailar a la gente y alegrarse… Pensé en un homenaje íntimo, una fiesta hacia ella. Económicamente asumí yo los gastos y por eso no pretendía nada más, pero la cosa se desbordó, y me llamaban artistas de todas partes que querían participar. Todo fue obra de un ángel que Dios me trajo… estaba yo en ello, cuando casualmente me encontré con una grande de la producción, Karla Rodas, y me dijo “yo te ayudo, vas a ver qué bonito lo vamos a hacer”, todo altruista. Y así fue, una maravilla.
Al principio tenía miedo, porque se me estaban removiendo muchísimas cosas por dentro, que yo trataba de dejar dormidas. No sabía si iba a ser capaz. Ahora me siento muy contenta porque fui valiente y aunque estuve muy emocionada y lloré varias veces, pude llevarlo, y salió muy bien.
- Tiene usted una voz preciosa y muy flamenca, ¿ha pensado en hacer algo nuevo con su voz?
Yo he tratado estar siempre en la sombra. Llevo 20 años como cantaora, pero luego vuelvo a mi casa y he intentado ser discreta y que no me conociera nadie. Empecé con 22 años, cinco años con Las Grecas (con su tía Carmela), luego con Antonio Canales, Sara Baras, Raimundo Amador… y ahora como cantaora oficial del Ballet Nacional de España.
Pero quien sabe, la vida es la que te va llevando. Quizá haya alguna propuesta que me interese, que vaya con mi personalidad. Yo lo mismo compongo una taranta que una soleá que un tema bailable.
Por ejemplo, si hiciera un disco sería algo que me gustase, como una seguiriya y de repente con la fusión de una batería. En mi familia corre un ADN muy diverso musicalmente, y muy creativo, desde flamenco a rock, o copla.
El Festival Miradas Flamenkas (16 noviembre al 8 de diciembre) rinde homenaje a los 50 años del álbum Gipsy Rock que publicaron Las Grecas en 1974
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