La bailaora Carmen Cortés nos cuenta cómo será su espectáculo que estrena en Madrid, ‘Memorias’, en el Festival San Lorenzo (San Lorenzo de El Escorial) los días 17 y 18 de agosto, en el Teatro Auditorio.
Carmen, el espectáculo que presentas en el Festival de San Lorenzo se llama Memorias, ¿nos puedes contar cómo surge la idea y cómo la planteas en el escenario, ¿qué van a ver los espectadores?
En el día a día vemos conflictos de intereses, estos nos hacen mella e inmunes a su vez, como es natural se refleja en el arte.
En Memorias he querido, sobre todo, contar qué es el flamenco para un español, el arte que nos representa mundialmente. Así, basamos Memorias en los «palos» más representativos del Flamenco: martinete, seguiriya, soleá …
.- En este sentido, ¿el flamenco necesita de la Memoria?, ¿por qué?
El flamenco, con su origen en las comunidades marginadas de Andalucía, especialmente entre los gitanos, moriscos y judíos conversos, es una voz que surge del sufrimiento y la resistencia. En sus cantes y bailes, encontramos la expresión de un pueblo que ha sabido transformar la adversidad en belleza, el dolor en arte. La seguiriya, con su intensidad desgarradora, y la soleá con su melancólica serenidad, son testigos de estas historias. Historias que cada intérprete nos van a adentrar en las vivencias de sus familias. El Flamenco sigue siendo un arte transmitido oralmente.
Nos llegan continuamente noticias que transforman la expresión de las artes. Si no lees entre líneas, oyes los «susurros»… el flamenco si algo tiene, es oído.
.- ¿Cómo clasificarías tu forma de expresar el arte flamenco?
El flamenco ha sido históricamente una herramienta para denunciar las injusticias sociales y dar voz a los marginados. En las comunidades gitanas y andaluzas, donde la pobreza y la discriminación eran prevalentes, el flamenco proporcionó un medio para expresar la lucha por la dignidad y la justicia. Cuando bailo, afloran los sentimientos.
.- En el baile flamenco qué valoras más ¿tradición, vanguardia, inspiración, improvisación, técnica…?
Todas las definiciones que planteas están constantemente en evolución. Pero si vemos el baile del «tío Güito», ¿hay algo más contemporáneo? Y el de Mario Maya, ¿hay algo más vanguardista …? ¡Hablamos de flamenco!
Pasión y disciplina son características del arte y el flamenco no se podría expresar sin pasión y para poder llegar a expresar con la fuerza, pasión que tiene el flamenco, debes tener ya un trabajo de fondo hecho y conocimiento, así surge la improvisación.
.– ¿Qué momento vives en cuanto a creatividad y expresión artística?
Estoy haciendo una labor dirigiendo y enseñando a la vez a los jóvenes de la compañía, sacando todo el potencial con la Memoria del tiempo. Satisface porque la seguiriya es el más hondo de los cantos andaluces, “expresión viva de la más profunda melancolía», decía Falla, y en sus palabras se podía sentir la reverencia hacia este arte que brotaba de las entrañas del pueblo. Era un canto al sufrimiento, a la pasión desbordada, a la eterna lucha entre la luz y la sombra que define la existencia humana. Así, el flamenco se convierte en una memoria viva, un hilo conductor que une el pasado con el presente. En sus cantes, bailes y toques, escuchamos los ecos de un pasado de persecución y guerra, pero también de una fuerza inquebrantable y una esperanza eterna. Ese sentimiento hay que transmitírselo … La gente joven está deseosa de conocer oralmente el flamenco, porque técnicamente ya lo enseñan en las escuelas y el flamenco es otro…
.- ¿Qué piensas del momento actual que vive el flamenco y en concreto el baile flamenco?
Un momento en técnica como nunca…
.- Nos puedes adelantar algo de tu gira…
A finales de este mes vamos a Eslovenia y seguimos la gira en Andalucía y Europa
Espectáculo Memorias. Carmen Cortés
San Lorenzo de El Escorial 17 y 18 de agosto. 20.20 h Teatro Auditorio Parque Felipe II, s/n
Danza flamenca. Estreno en la Comunidad de Madrid
Coreografía y baile: Carmen Cortés
Bailaores: Kelian Jiménez, Isaac Albéniz Ríos y Emilio Kilian Jiménez
Bailaoras: Pilar Díaz, Nerea Horrillo y Nerea Fernández
Guitarristas: David Cerreduela, Álvaro Pérez e Israel Cerreduela
Cantaores: Juan Rafael Motos, Rafael Jiménez y Eleazar Cerreduela
Percusión: Antón Chachel
Carmen Cortés nacida en Barcelona de padres andaluces, es una de las bailaoras con más prestigio de la danza española actual.
Es reconocida nacional e internacionalmente por la fuerza expresiva, en sus manos, en sus zapateados y en sus figuras. Su baile es temperamental, rápido y rabioso, es el baile flamenco de la antigua escuela, con un sentimiento y una visión muy personal. En su baile y en sus coreografías se aprecia la esencia del flamenco de Mario Maya, nervioso, vivo, eléctrico, dejándose llevar por el tiempo, el compás, la percusión de los zapateados, y su braceo que utiliza como nadie para expresar y bailar los silencios…
Ella misma se define esencialmente como “bailaora”, pero sin renunciar en absoluto a otras formas de creación dentro de la danza y el teatro, a través de una constante inquietud por la renovación y el encuentro entre el flamenco y otros modos y maneras de entender el baile.
El arte de Carmen ha conseguido aunar una dualidad difícil de alcanzar en el mundo del actual flamenco. Su baile, siendo auténtico y ortodoxo, convive perfectamente con las propuestas más innovadoras, integrándose sin problemas con elementos muy alejados del clásico componente racial, así como con la danza contemporánea o el jazz.
Su concepción de la danza es rabiosamente independiente, buscando siempre la creación. Los cánones flamencos pierden su rigidez con Carmen, amoldándose a su creatividad pero sin omitir un ápice de su esencia. Su baile es elegante y sobrio, fuerte y frágil, delicadamente fiero, personalísimo, con una total entrega.
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