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Lela Soto, portadora de un legado flamenco único, nos habla de su próximo álbum

Lela Soto está de estreno. “De tanto rezarle al santo” es la primera muestra de su disco debut se lanzará a principios de 2025. La heredera más joven del legado de La Casa de Los Sordera nos habla de este primer trabajo y de cómo entiende una joven cantaora de su tiempo el universo flamenco. Fotos Rufo

Lela Soto agradece la herencia artística que le viene desde la cuna, de su padre, Vicente Soto “Sordera”, y  de su madre, Luisa Heredia, bailaora, que le han transmitido desde pequeña la esencia y el amor por el Flamenco. Lela es además sobrina de José Mercé, José Soto “Sorderita” o Enrique Soto, por parte de su padre, y de Ray Heredia o Enrique de Melchor, por parte de su madre.

Lela, ¿cómo está siendo el proceso y de dónde parte la idea originaria del disco y la trayectoria hasta publicar este primer single y vídeo

-Llevo ya unos cuentos años trabajando en la construcción de mi primer disco, lo que tenía claro es que quería que estuviera basado en el legado musical que he recogido de mi familia en toda su extensión, eso sí con letras nuevas y tratando de poner en valor mi personalidad. La trayectoria hasta el lanzamiento de este primer single ha consistido en ir recopilando las letras y los cantes que quería grabar y a partir de ahí trabajar junto a mi director creativo Rufo para la construcción de un universo visual con el que me sintiera identificada. Nos hemos rodeado de un gran equipo de trabajo con mi Carmen del Vlunt, de Tralla Studio, para el sello Altafonte, que fue quien dirigió el videoclip.

 Procedes de una saga de larga tradición flamenca, ¿qué supone para tu propia creatividad y expresión artística ser una Soto?

Es un orgullo venir de la familia que vengo. Para mi creatividad, mi familia es un espejo donde me miro, porque siendo tantos como somos, cada uno suena a sí mismo, eso lo tomo de ejemplo y me ha servido para empaparme de todo ese universo musical con el que he crecido y pasarlo por mi tamiz hasta ir construyendo mi propio sello, sin dejar de sonar a mi casa.

¿Cómo entiendes el flamenco desde tu tiempo y tu juventud?

Pues lo entiendo como un arte universal que es capaz de llegar a todos los públicos y que cada vez está más presente en el resto de las músicas. El flamenco vive un momento muy bonito y tenemos que seguir llegando y haciendo nuevos públicos. Es mi forma de expresar y sentir.

En este sentido, ¿crees que hay que renovar las letras como lo ha hecho tu padre Vicente?

La renovación de letras es fundamental, mi padre ha sido un pionero en la adaptación de grandes poetas al flamenco además de escribir las suyas propias, lo que tiene un valor incalculable.

 

Lela en la terraza

Y ¿cómo ha evolucionado el cante en estos años?

La evolución del cante es como todo, como la sociedad. Está claro que las vivencias de antes no son las de ahora, pero los sentimientos son los mismos, seguimos sufriendo por amor, por la pérdida de un familiar, seguimos enamorándonos, nos siguen inspirando las cosas que nos rodean y a su vez estas mismas cosas nos afligen, por tanto aunque las letras puedan tener otra temática los sentimientos no cambian.

¿Crees que se puede llegar con el cante a un público renovado y joven?

Por supuesto y a la vista está. Hay muchos compañeros que desde una perspectiva clásica del flamenco están renovando y trayendo a público joven a nuestro arte. En mis propios conciertos también lo vivo, gente que a priori no tiene el estereotipo del aficionao flamenco de siempre. Hay que tenderles la mano a los jóvenes y romper un poco el estereotipo de que el flamenco es para señores de cierta edad, peñistas o entendidos.

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