“Bailar siempre ha sido una necesidad emocional”
Manuel Liñán (Granada, 1980) es uno de los bailaores flamencos de mayor prestigio nacional e internacional. Joven y experimentado, creador de un baile flamenco puro, personal, innovador y con mucha fuerza. Rompedor y arriesgado ha sabido trasmitir su arte al público y a la crítica, que desde sus inicios le han apoyado. Ganador de los más importantes premios de danza y baile: Premio a Bailarín Revelación del Festival de Jerez 2012, Premio Max 2013 como mejor intérprete masculino de Danza, el Premio de la Crítica en el Festival de Jerez 2016; y el último Premio Nacional de Danza 2017, muestra en esta entrevista la naturalidad con que le viene el baile “Es mi forma natural de expresión”.
Se formó en Granada junto a Manolete y Mario Maya. En Madrid ha formado parte de agrupaciones como la de Carmen Cortés, Rafaela Carrasco, Merche Esmeralda y Manolete. Ha bailado en los grandes escenarios de: La Bienal de Flamenco de Sevilla, Festival de Jerez, Madrid en Danza, Suma Flamenca, Granada, Maison de la Dance, (Francia), Tel Aviv, Washington , Boston, New York, París, Londres, Australia , Miami, Milán…
En 2008 estrenó TAURO, su primer espectáculo en solitario, como director, coreógrafo e intérprete. A éste le han seguido tres obras aclamadas por crítica y público: SINERGIA, NÓMADA y, la recién estrenada REVERSIBLE.
• ¿Qué es el baile para ti?
El baile es todo. Es mi forma de expresión más sincera. He aprendido a expresarme, a transmitir emoción a través del baile… Es mi prioridad, mi forma de vivir.
• ¿Cómo se llega al nivel técnico que dominas?
Con trabajo, constancia e ilusión. La ilusión es muy importante y la inquietud de querer avanzar y sacar de dentro todo lo que quieres expresar. Y sobre todo ello, muchísimo esfuerzo.
• ¿Por qué eligió el flamenco?
Siempre me ha atraído, desde muy pequeño. Mi familia es taurina y también aficionada al flamenco. Desde los cinco años empecé a bailar y este ambiente familiar me llevó al flamenco. Desde niño supe que el baile es lo que me identificaba y donde me podía expresar totalmente.
• Tu baile es muy especial, muy rompedor, ¿cómo ha sido tu trayectoria?
Para mí bailar siempre ha sido una necesidad emocional, mi forma de vida. Y por eso he bailado como algo natural, como la forma de expresarme.
A veces, identificar mi baile, sacar la bata de cola y el mantón, acompañar mi forma de baile femenino con estos complementos, ha provocado algunas comidillas, sobre todo en redes sociales.
Sin embargo, el público y la crítica siempre han mostrado entusiasmo por mis trabajos.
• ¿Usted ha abierto un nuevo camino en el baile?
Esta forma de baile con bata de cola y mantón me ha salido de la forma más natural, pero es cierto que lo he representado cuando supe que nada podía conmigo.
Una vez me dijeron una cosa muy bonita: “gracias por mostrarme cómo eres y ojalá lo hubiese visto con seis años”.
Digamos que he naturalizado una forma de bailar que siempre ha habido, pero para la que algunos no estábamos preparados. He soportado varios comentarios homófobos en redes sociales, ridiculizando que un hombre se vistiera con la bata de cola. Pero yo me pregunto ¿una bata de cola para qué es? Y porqué se ridiculiza cuando se la pone un hombre. Es solo un complemento… y cualquiera puede ser coqueto y femenino.
En este sentido me gusta haber iniciado una forma y que se respete y que otros bailaores puedan seguir esta forma sin pensar en el ridículo. A veces pienso que lo tenía que haber hecho antes. En todo caso el uso de estos complementos es un apoyo, no me hace falta para bailar, pero me arropa.
• ¿Qué dicen las voces más ortodoxas del flamenco sobre su baile?
Yo bailo lo ortodoxo y lo más innovador, me siento identificado por igual. Siempre ha sido así. Yo me identifico con las dos formas y no tengo porqué elegir.
• ¿Qué le inspira para crear su obra?
Energía, sensaciones. La inspiración me puede venir de una inquietud. Es como un sueño, sin cuerpo, lo empiezas a trabajar desde la ilusión, dentro de un espacio escénico imaginario y ahí lo vas trabajando.
– En el Festival de Jerez, el Teatro Villa Marta se vino abajo aclamando su obra. Además le han dado el Premio de la Crítica en el Festival de Jerez 2016 y el Premio Nacional de Danza 2017. Menuda carrera.
Está siendo muy bonito, el público nos trasmite ese cariño y esa emoción. Estoy muy agradecido. Los premios son importantes, reconocen de manera global un trabajo, premian la expresión artística global. Es un respaldo importante que nos llevará este año a Milán , Alburquerque, Marsella, Granada, Madrid, Bilbao…
Manuel, el mundo a tus pies. Y tus pies, con la fuerza del mundo.
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