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Pedro Jiménez Perrete: «Caño Roto se merece un Festival»

Pedro Jiménez, “Perrete” vive la vida a compás, se diría que el corazón le late rumbeando, uno de los cantaores que avivan la llama del baile en los tablaos más prestigiosos de Madrid se sienta con nosotros y nos relata cómo se forja el flamenco para el baile, como sin apenas abrir los ojos, se adapta a los impulsos escénicos del bailaor o bailaora. Les dejamos con el maestro del compás. Pasen y lean. Foto Perrete por @KanaKondo

¿De qué manera comenzaste en este sagrado arte del flamenco?

Por mi familia, dentro de lo que es el flamenco en la parte de Madrid somos pioneros y de un linaje espectacular, como fue el Tío Caracoles, él llega de Valladolid, tío carnal mío, hermano de mi padre,  era guitarrista e introdujo a El Tupé, que era un bailaor con un estilo muy parecido a la Reina Carmen Amaya, un bicho, chiquitito pero con un arte que no le cabía en el cuerpo, continuando con El Nani, que fue contemporáneo de Paco de Lucía. Paco se acercaba al patio de vecinos de aquí, en Caño Roto, a estas reuniones también venía La Chana, su marido Olegario, La Manolita, que era sobrina del Tío Moro y mujer del Manzanita, de ahí salió El Canto, Juanito, primo mío que estuvo de guitarrista con Lola Flores más de 25 años; mi hermano El Chispa, que también es guitarrista… casi todos eran guitarristas, yo empecé a tocar la guitarra pero con nueve años empecé a tocar los “botes”, los tambores, y con trece años ya le daba a la percusión. Comencé a tocar con Laventa, que estaba en Los Canasteros. El Nani también debuto en este tablao con Manuel, Don Manolo Caracol, Manuela Carrasco, El Güito, Juanito Villar, menudo elenco, sin duda el mejor tablao del mundo con diferencia, los otros tablaos rabiaban porque se incorporaron Camarón y Pansequito. Surgían piques, Caracol le hacia de rabiar un poco a Camarón, le decía que cantaba muy bien pero que no sabía, pero como iba a saber, si era un niño…

Perrete canta a Rapico en el tabalo.

Los maestros es que a veces son un poco déspotas con los que empiezan…

Las personas, cuando nos hacemos mayores en todos los sentidos, nos creemos maestros de maestros, entonces, vemos un niño, -te pongo un ejemplo-, Israel Fernández antes de llegar a donde está, muchos decían: “no está mal, pero se parece mucho a Molina, claro, es que era un niño, es verdad que tenía tendencia Molinera, pero su manera de cantar le venía así del Culto, de su presencia en la Iglesia Evangélica, todavía no era el artista que ahora es. Yo llevo cincuenta años en esto, si escucho a un niño tocando la percusión y tiene trazas de ser bueno, lo captas enseguida, y si además, que es fundamental, tiene afición e investiga, escucha, porque lo que lo mas importante para ser musico es tener buen oído, si lo tienes, puedes hacer lo que quieras, afinas. También puede ser que no tengas mucho oído y tengas buen eco, como el Tío Moro, que tenía un matiz muy gitano, te puede gustar o no pero tenía sabor. Israel canta muy bien pero tiende más a una voz laina, ahora, como tiene mucha afición, de diez años para acá se ha convertido en un cantaor que ya lo estamos viendo, un fuera de serie, con su edad está muy bien.

¿Cuándo debutaste frente al público, a lo grande, por decirlo así?

Cuando yo comenzaba a estar maduro con los tambores me vió Lola Flores, sería 1976, y de ahí ya despegué y me fui con ella. Estuve con Lola veinte años, entre pase y pase, también entraban en el escenario El Mimbre, hermano de Matilde Coral, El Junco , El Canto, El Lele, padre del De Pura, de Sevilla…  este hombre se enfadó por no sé que motivo y se fue a los diez días. Estuvimos seis meses de gira, -la primera que hice yo-, por toda  Sudamérica, finalizando en New York.  Allí nos visitó Sabicas, vino con su hermano Diego y el bailaor El Carpeta, fue una gran experiencia. Sabicas, era muy campechano, humilde, sencillo, adorable, porque los genios son así, adorables.

¿Y cuándo das el paso de cantar?

Como yo era percusionista en aquella época, al irse El Lele, me puse yo a cantar, también cantaba El Mimbre y Antonio, yo intercalaba el cante con los bongos, porque cajón todavía no había. El cajón entró en el 79 en el flamenco, porque fusionado con otras músicas sí sonaba algo, pero con el flamenco estaban los palmeros, que se fueron relegando algo con la incursión del cajón. Así es que me puse a cantar ya con 28 años, tengo 64, o sea que llevo un rato. Cantar adelante es difícil, cantar atrás también y además tienes que tener un ritmo que no está al alcance de cualquiera, porque hay mucha gente, que no voy a decir nombres, por respeto, que adelante son fieras pero luego no son rítmicos, los cantes libres los hacen muy bien, pero con los cantes rítmicos rozan lo malo, entonces, uno que está atrás, como yo mismo, y además percusionista, se bebe el ritmo. Otra de la cosas que lleva cantar adelante, es que tienes que tener un repertorio muy bien aprendido, quiero decir tener la sabiduría y el conocimiento de muchos cantes, porque claro, tu vas a una peña y te solicitan la solea de fulano o la seguiriya de mengano y te pueden pillar en un renuncio. Tienes que tener un conocimiento muy amplio de los cantes, sobre todo en peñas en la que los cantes suelen ser libres, por eso los que cantan adelante no dominan tanto el ritmo como el que canta atrás.

¿Cómo se mueve un cantaor de tus características, tienes un representante, tratas directamente con los tablaos?

Más que con los tablaos, el boca a boca es muy importante, porque la gente te ve y para bien o para mal pues te van valorando, todo depende de lo que siembres, si no siembras el granero no se llena. Te pongo un ejemplo, Juañares, Guadiana, aunque cantan adelante, también han cantado atrás, Ramon el Portugués, José Mercé, en fin, casi todos… Pero lo que tenemos que saber es que “no somos el chico de la película”, los protagonistas son Manuela Carrasco, El Gúito, Manolete, Belén López… ellos son los protagonistas y saben perfectamente quién les jalea, el que sabe poner candela y llevarlos por el sendero del compás. Y claro los contratos llegan por buenas referencias, por ser persona de fiar y que nunca falles. El ser buena persona se refleja en tu trabajo y en todos los ámbitos de la vida, los artistas prefieren un artista que cumpla con su trabajo, que sea formal, y sepa.

¿Te sientes bien tratado en los tablaos?

Ahora sí, ya era hora… porque antes no nos daban ni de alta en la Seguridad Social, había mucho tejemaneje y hay mucho artista de los antiguos que no les ha quedado ni paro, ni jubilación. El único sector musical que no tiene un sindicato de artistas es el flamenco.

Yo me he tirado veinte años en el Café de Chinitas. Uno de los guitarristas, Manolo Sisón, era el único que lo  llevaba, para todo Madrid, también hubo un carnet de artista para el que tenías que pasar un examen. No sé si en estos momentos sería adecuado que hubiera uno, porque la demanda de artistas es lo que tiene, si no lo haces tú por un precio, lo va a hacer otro. La necesidad obliga. Afortunadamente yo tengo un caché y si me solicitan pongo yo el precio, eso no quita para que en determinados momentos me adapte a según qué espectáculo, si no tengo nada, pues voy, incluso puedo ir gratis pero porque quiero apoyar el flamenco, porque soy flamenco, pero si hay, creo que lo que es de ley es cobrar, para eso he sembrado toda mi vida.

Corren rumores, comentarios, de que a un guitarrista le pueden dar 30€ por pase ¿Eso es así?

Claro que es así, y así es porque la necesidad apremia. Hay casos de que si estás dado de alta de artista del flamenco con un sueldo al mes, un suponer, te dan 1800 euros, en definitiva te están dando treinta euros por pase, tienes que aparecer en tres pases diarios. Yo creo que tenemos que valorar que esto es una carrera, son muchas horas de estudio y práctica, pero así están las cosas.

¿Tienes intención de grabar algún disco o de crear tu propio espectáculo?

Un espectáculo vale mucho dinero, pero me gustan mucho los boleros. Sí me gustaría hacer un disco, yo tiro mucho al bolero. Si te fijas, de los artistas que se han encumbrado, por ejemplo, Duquende, Potito o El Cigala, muy buenos los tres, ¿Quién ha dado el pelotazo? Pues El Cigala con Lágrimas Negras, ¿ha pegado con el flamenco? No. Hizo también una grabación, no hace mucho, David de Jacoba, se decía que este muchacho iba a “montar el pollo”, que sería un exitazo, pero no es porque no cante, que canta de bien para arriba y yo soy flamenco y me gusta el flamenco, pero está claro que con el flamenco no se llega a dar el pelotazo. Otro ejemplo, José Mercé, ¿con que canción se puso en la cúspide?, con Pilas Alcalinas y Camarón con Como el Agua, no triunfaron con los fandangos, ni con las bulerías, ¿Y Paco de Lucía? El mejor guitarrista de todos los tiempos, con Entre dos aguas, no pegó con una granaína ni con el Concierto de Aranjuez, le pidieron un tema más para el disco y le sugirieron una rumba, y fue la que le hizo famoso. A mí me gustaría grabar un disco, ahora mismo estoy haciendo boleros de Miguel de Molina o de Céspedes y la verdad es que el publico llora, porque yo me los traigo al territorio flamenco. Maestros del bolero como Lucho Gatica y  Olga Guillot decían que un gitano podían cantar boleros mejor que ellos mismos, así es que no voy a quedarme con las ganas de hacer un disco de boleros con la personalidad de Perrete. De hecho, te voy a contar una anécdota que me ha ocurrido con un señor que vino de Caracas, Ignacio, grabamos un tema, Te fuiste sin decirme, y ha recibido unos cuantos premios, tres de oro, por la letra, que es suya, y por la música que es nuestra, de Juanito, el hermano de El Viejin, mi hijo que toca la percusión y yo que la interpreto, y es un bolero.

¿De todos bailaores y bailaoras a los que les has avivado el baile, tienes alguno que te halla encandilado más?

Para mí, Juan Ramírez, el más rancio. Todos bailan muy bien, pero todos se parecen mucho. Si te fijas, todo el mundo baila igual de cintura para abajo, y eso lo implantó Juan. Los mismos bailaores dicen, es que no tiran de arriba, pero es que en el baile flamenco actual la parte de arriba, prácticamente es que no tiene adornos, está centrado de cintura para abajo, y Juan, marcó un estilo que es el que siguen muchos bailaores, es cómo ha evolucionado el baile

¿Y en esta evolución, tú canta para que bailen o ellos bailan para que tu les cantes?

Es mutuo, el baile tiene un esqueleto, casi siempre está montado, o no, por eso esta la improvisación, pero normalmente hay mucha complicidad entre el cantaor y el bailaor, se conocen. Si baila por tientos, yo le hago la letra que me venga en gana, dentro de los tientos. Le puedo hacer la primera letra que es la larga o el macho, y lo va a bailar. También es muy importante que el bailaor tenga afición al cante, para que sepa lo que tu le cantas, hay mucha gente que no, que te dice, hazme una letra de Alcalá, y luego una de Cádiz o de Triana, y le estás cantando pero no tiene ni idea de lo que le estás cantando. Son muy pocos los aficionados de verdad, José Maya, Farruquito, estos son muy buenos aficionados, pero son pocos. Cuando viene el baile, el baile es suyo, pero cuando el cante es el cante, el baile no tiene que hacer nada, solo marcar. Lo más primitivo que tiene el flamenco es el cante, luego viene la guitarra y después el baile y más tarde la percusión.

Hablando de percusión, ¿por qué en casi todos los espectáculos flamencos se utiliza?

Yo soy percusionista de toda la vida, soy maestro de maestros, y tengo que decir que en muchos casos se ha convertido en un elemento que distorsiona todo y esconde, de alguna manera, debilidades, por eso en muchos casos se está prescindiendo del cajón. Como he dicho antes, el baile es el protagonista, y el cajón es muy escandaloso. Acompañar y llevar la base es más importante que repiquetear, si tu quieres colgar un cuadro, necesitas una pared, si no la tienes, a ver dónde lo cuelgas. La pared es la base y luego ya pones el cuadro, el candelabro y lo que quieras.

Háblanos un poco de tu barrio, Caño Roto ¿tenemos ahí una cantera sin explotar de artistas?

Por favor, Caño Roto, de Madrid es la Triana chica, de ahí salió el Tío Caracoles, mi linaje, salieron Los Chorbos, Las Grecas, El Viejin, Jerónimo Maya… Es una fuente flamenca, Caño Roto, está también El Chocolate de Madrid, Jesús del Rosario, otro bicho, su hermano Kilino, David Herreduela. Se debería hacer un festival de Caño Roto y también tengo que decir, con toda la modestia del mundo, que la mejor técnica del mundo, y la mayor aportación actual en la guitarra están en este barrio. Aquí vienen Dani de Morón, Antonio Rey, y muchos otros. El que desee pulir o perfeccionar su toque, aprender, Caño Roto es el lugar.

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