Las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid de este año han tenido un claro color femenino. Las 4 actuaciones, al margen de las pruebas selectivas para el Festival Internacional del Cante de las Minas, han corrido a cargo de 4 cantaoras. Rocío Bazán inauguró estas jornadas el día 8 y con ella pudo hablar ZOCO FLAMENCO. Texto: Fernando Pastor. Fotos: Pablo Gestoso
- ¿Cómo fueron sus inicios en el flamenco?
En mi casa había siempre hubo mucha afición al flamenco, por parte de mi familia materna.
Mi bisabuelo, José Fernández, era gran aficionado al flamenco, cantaba muy bien. Le llamaban el marinero flamenco. Era marinero, formaba parte de la tripulación de un barco de cabotaje que iba desde la lonja pesquera de Estepona hacia Sanlúcar y por el Guadalquivir llegaba hasta Triana, donde desembarcaba el pescado fresco.
Ese barco en el que navegaba mi bisabuelo se llamaba La Intrépida, y en honor a ello voy a presentar un espectáculo en la próxima Bienal de Málaga con el título Intrépida.
Mi abuela, Manuela Fernández, también cantaba muy bien, y mi madre y mi tía cantan. De esta forma el flamenco es mi banda sonora desde que nací.
En Estepona, aunque existe una peña flamenca, nadie ha se ha dedicado al flamenco salvo mi familia. Por ello yo vengo de una saga de cantaores reconocida.
Ahora los biznietos estamos intentado dar lo que ellos nos dieron en su momento. Así, mi primo, Paco Javier Jimeno, es guitarrista y ha ganado grandes premios nacionales, como el Giraldillo, el Bordón Minero del Festival Internacional del Cante de las Minas, etc. Mi hermana ha bailado ma profesional. Y yo, aquí estoy.
- Aquí está usted, después de recorrer medio mundo actuando en grandes escenarios
Desde muy pequeñita me inicié también en el baile, y eso me ayudó bastante en temas como el compás, me encanta cantar para el baile. Eso me ha posibilitado ir con grades compañías por festivales por todo el mundo, con Antonio Canales, Karimé Amaya, Belén Lopez, Jesús Carmona, etc. y compartir escenarios con la Lupi, Ángel Rojas, etc.
- Ha sido acreedora de premios en certámenes tan importantes como el Festival Internacional del Cante de las Minas o en la Bienal de Sevilla
Sí. En el Festival Internacional del Cante de las Minas he ganado dos premios en dos ediciones distintas: el de jóvenes y el de Cantes de Málaga. En la Bienal de Sevilla el Giraldillo en la modalidad de Jóvenes Intérpretes en el año 2002.
Pero yo no soy muy de presentarme a concursos porque cuando me he presentado y me he expuesto en el escenario estaba presionada por la tensión que crea el estar en una final, y no era yo cantando, no era la espontaneidad mía, la naturalidad…entonces no eres tú. Si ganas no sabes si te han dado el premio a ti o una que parece que eres tú pero no lo eres. Por eso cuando gané en la Bienal de Sevilla dije que hasta ahí llegó el tema concursos.
- ¿Qué supuso para usted el espectáculo Desde el alma hasta la boca?
Supuso un antes y un después en mi carrera. Estaba en una búsqueda incesante no solo en cuanto a letras, forma o estilo a la hora de cantar sino una búsqueda en mi interior, y de hecho de ahí sale el poema que da inicio al espectáculo, poema que empieza “desde el alma hasta la boca es como yo concibo el cante…”: es la forma de identificarme y de expresar y contar al público qué es lo que siento cuando canto, qué es lo que se mueve dentro de mí. Y ya después a través del cante voy dándole cada color, cada nota a lo que cada cante necesita.
Este espectáculo, estrenado en el año 2014, tuvo críticas periodísticas muy positivas. Ha sido llevado a muchos sitios, incluido el Festival Internacional de Luxemburgo. En 2109 lo representé en Toro (Zamora) para el Día Internacional del Flamenco.
- Ha actuado con muchas orquestas
Sí, con orquestas sinfónicas y con orquestas filarmónicas de muchos países. Haciendo el Amor Brujo, de Falla, canciones populares de García Lorca, etc., y cada vez estoy más solicitada en más lugares del mundo. Este año es el 25 aniversario de interpreté por primera vez el Amor Brujo, en Auditorium Nacional de Ordino (Andorra) para el concierto de Santa Cecilia en 1996.
- La pandemia ha sido un fuerte azote para los artistas ¿Cómo lo ha vivido?
No solo para el flamenco sino en general para todo el mundo de la cultura. Se hizo un oscuro en mitad del amanecer, se suspendieron todas la galas que tenia previstas, algunas se recuperaron meses después y haciendo cosas muy leves, con reprogramaciones y nueva suspensiones. Ha habido compañeros que se han tenido que ir de sus casas y vivir con sus padres, pues los bancos todos los meses cobraban la hipoteca sin importarles que hubiera pandemia
Además de en lo económico, nos ha afectado en lo emocional: el volver es una prueba de fuego porque he llegado a pensar que he perdido hasta gran parte de mi forma de cantar, pues aunque se lleva en el ADN el estar muchos meses sin cantar se pierden matices.
- ¿Cómo ve el presente y el futuro del flamenco?
Lo veo muy bien. Están saliendo grandes cantaores y cantaoras, gente con muchísima ilusión, con mucho asiento y maestría pese a su juventud. Esto va viento en popa, solo falta que haya muchas galas.
- ¿Y la mujer dentro del flamenco?
Mucho más. La mujer cada vez tiene más presencia en los escenarios y está a la misma altura que el hombre. Ya está superado algo tan manido como que la mujer no estaba capacitada para cantar por seguiriyas. Recuerdo cuando le dieron la Llave de Oro a Antonio Mairena y no a la Niña de los Peines porque decían que una mujer no podría llegar nunca a cantar bien por seguiriyas. Hoy ya está claro que una mujer puede cantar seguiriyas igual que un hombre, no sé donde estaba la diferencia en aquel momento.