La peña de Los Cernícalos se fundó hace cuarenta y ocho años, siendo la tercera peña fundada en España, en el 1969 comenzamos a plantearnos como la hacíamos, esto nos lo cuenta Antonio Benitez, fundador y todavía parte activa en organización y planteamiento de la peña , éramos catorce y quedamos cuatro los demás están escuchando flamenco allá con los grandes.
¿Qué es lo que diferencia a la peña de los Cernícalos de otras de Jerez y de España, como dio comienzo esta iniciativa ?
La peña surgió, pues como nacen estas cosas… había un quiosco en el que parábamos los amigos y que era confluencia de mucha gente, en La Asunción estaba el matadero y del centro bajaban con sus compras y echábamos el ratito, en estos momentos es cuando empezamos a plantearnos qué hacer con nuestra afición, eran años complicados en el aspecto flamenco, porque por aquella época juntarse con gitanos estaba mal visto, no como ahora, que incluso te da categoría”. José Moreno, mi compadre y guitarrista, segundo fundador de la peña, fue parte muy activa en esta idea. Cuando iban llegando los amigos a estas pequeñas reuniones pues solíamos llamarnos cernícalos, ¡hea, de donde viene este cernícalo…! Y a la hora de fundar la peña surgió esta posibilidad y con la guasa se quedó con el nombre. En esos tiempos no había peñas y pensamos ponerle el nombre de Antonio Agujetas o de terremoto, pero para que no hubiera bulla con partidismos de barrios ni nada parecido decidimos que fuera con el nombre de este curioso pájaro.
¿Antonio, usted canta?
Claro, cantiñeo y me hecho unas pataitas, como buen Jerezano y todavía no me han pegado, eso es que no lo hago mal del todo o que me quieren mucho…
¿Con que actividades comenzó la peña?
En un principio nos dedicamos a hacer concursos de saetas, se cantaba desde un balcón a los pasos de los penitentes, una cosa muy bonita, con los pregones, también presentábamos a los cantaores a los concursos de todas partes, más tarde organizamos un concurso de guitarra en el que participaron los más grandes, imagínate, Moraito Chico se llevó el premio dos veces, Manuel Parrilla, otra vez se lo llevo uno llamado el Cordobés, que vino acompañado por el torero, en fin… los mejores.
¿Qué cantaores salieron de estas iniciativas?
Aquí comenzaron a darse nombre figuras como Los Moneo, Los Zambo, muchos miembros de sus familias, Enrique, El Torta, prácticamente todas las familias flamencas de Jerez.
¿Qué función tiene una peña?
Las peñas sirven para reunirse y ver que se hace con la afición que tenemos, que es lo que se puede hacer por el flamenco, desde esta peña se han hecho videos, hemos grabado discos, se han lanzado festivales, en definitiva mantener el flamenco vivo, darlo a conocer y revalorizarlo, si esto es posible ,más de lo que está.
¿Cómo ve usted el cante últimamente, que le parece?
Yo soy muy mayor y tengo en los oídos mucho cante de otras épocas, a la gente con estas edades no nos gusta casi nadie, tenemos el poso de otros tiempos y creo que se está deteriorando mucho el cante, puede que nos llamen talibanes, pero nos remitimos a la grandeza y a la pureza, a la verdad del cante, el dinero es una cosa secundaria y el cante tiene que salir para desahogarse. La gente joven, aquí en Jerez, todavía mantiene en la mayoría de los casos la herencia flamenca, claro que también le están metiendo mano con cosas que no son flamencas, en el toque, baile y cante, nada se libra de los tiempos y precisamente el flamenco es eso, tiempo en el tiempo.
¿Para usted cual ha sido o es, el cantaor que mejor ha dado el cante en los últimos tiempos?
Manuel Agujetas, a los mayores nos gusta el cante que te llega al corazón, que hace llorar, que te trae recuerdos y te recrea en ellos, Dolores también tiene esa cosita, recuerda a su padre y yo que soy de lagrima fácil pues me emociono con estas cosas y ver cantar a los hijos de mis amigos con esa profundidad de sentimiento y con esa dedicación que viene de tan adentro, me emociona, que creo que es de lo que se trata. Todavía entre mis amigos ,en otras peñas, se dan momentos en los que surgen los cantes en los que nos hemos cultivado y hace que no te sientas tan solo en esta afición, es ley de vida que en estas edades, pues te falte la gente pero en nuestros oídos y en nuestro corazón queda ese poso, el eco que pellizca y que Manuel nunca se dejó tocar por otras influencias y afortunadamente todavía quedan de los míos, Manuel Moneo canta pa morir y ahí está el hombre, pachucho pero grande. Ahora… vienen esas niñas, con esas exposiciones cantaoras, con esos laberintos sonoros y yo que se… mira, yo he visto bailar a Paco Laberinto, bailar en macho y levantar al público, entiendo que los artistas quieran ganar dinero, mejor, mucho dinero y yo pues me alegro, pero me da igual lo que puedan decir de mí, yo vengo de vuelta de todo y digo lo que tengo que decir y el que quiera que entienda, para mí el flamenco es lo que Hera.
Después de cuarenta años estando presente de jurado en prácticamente todos los concursos más importantes, pues he tenido la ocasión de estar con los más grandes y aun así no todos tenían la cosita de la que hablamos, Antonio Mairena me miraba con ojitos después de su actuación y yo pues pensaba… muy bien Antonio, muy bien, pero… ¡ya salía el pero!
¿Estando tanto tiempo como jurado, a que figuras emergentes cree usted que tenemos que seguir la pista?
A mí me gusta el cante que se hace de los cincuenta para arriba, ya con solera, con los fundamentos y la vida metida en los cantes.
¿Cantes gitanos o Payos?
Hay tenemos mucho de lo que hablar, si recordamos a Antonio Chacón, uno de los patriarcas del cante, pues… digamos que depende de los estilos de cante, no hay duda de que los gitanos tienen lo suyo pero también hay gachos que cantan muy bien, lo que ocurre es que la sal se tiene o no se tiene, puedes cantar muy bien pero está claro que se tiene que llevar dentro la esencia, si no…