Flamenco On Fire, el festival flamenco de Navarra, que se celebra desde el 22 de agosto hasta el 31, en Viana, Tudela y Navarra, presenta una de las programaciones más ricas y extensa de los festivales de este año. Hemos hablado con su director Arturo Fernández que nos desvela las líneas y principios que mueven un evento clásico ya, entre los más reconocidos y prestigiosos del flamenco actual: tradición oral, irrupción de la tecnología y creatividad artística. Texto Natalia del Buey
La temática del festival que diriges, Flamenco On Fire, recoge el significado de un periodo de la historia del arte flamenco que, a su vez, se relaciona con lo que se muestra en esta edición ¿Qué características tienen en común?
En 2025 comenzamos una trilogía que pretende contar una historia del flamenco a través de las tres próximas ediciones. Este año abordaremos el periodo que va del primer tercio del siglo XXI y que termina con el ocaso de los Cafés Cantante aproximadamente en 1925.
Durante estos 100 años podemos hablar de tres principios: la importancia de la tradición oral, la irrupción de la tecnología y la creatividad artística, que están presentes en la programación de esta edición.
En 2026 y 2027 abordaremos otros periodos e iremos caminando sobre la base de otros principios y mostrando evidentemente que el flamenco es una música que está en constante evolución.
El cartel del festival rinde homenaje a dos tradiciones: el deporte vasco, expresado a través del frontón, y la transmisión popular del flamenco en representado a través de la palabra tandal. ¿Puedes hablarnos de la historia que hay detrás de estos espacios?
Nosotros siempre hemos creído que una temática es necesaria siempre y cuando tenga un contexto divulgativo. Anteriormente hemos hecho tres ediciones en las que hablamos de la importancia del cante, de la guitarra y del baile.
Al comenzar a desarrollar esta nueva trilogía, entendimos el valor de introducir la palabra tandal. Se trata de un término utilizado a mediados del siglo XIX que aparece en Los Zingalí, un conocido libro del viajero romántico George Barrow. El autor hablaba de unas fiestas que sucedían especialmente en Triana en las que aparecían cantaores que luego posteriormente han tenido su importancia. En cuanto a su significado, tandal es patio, un concepto muy vinculado a la tradición oral y a la creatividad artística.
Respecto a la programación, Flamenco On Fire contará con numerosas actuaciones y actividades muy diversas ¿Qué línea temática has seguido para construir el festival?
Principalmente hemos construido la programación en torno al principio de la tradición oral y la creatividad artística.
En esta edición contamos con artistas representativos de diversos territorios, como José Valencia en Lebrija o Esperanza Fernández en Triana. También estará presente el universo de la guitarra, representando por casi todas las comunidades autónomas en las que tiene una excelente presencia; así como tendrá una gran importancia el papel de la mujer a través de Reseteando, proyecto de producción propia a cargo de Lela Soto, María Terremoto y Ángeles Toledano. Participarán, además, artistas con una personalidad muy marcada como Duquende, La Macanita o Alba Heredia.
Habrá lo que llamamos “Escenario del siglo XXI”, que representa una apertura de puertas a artistas que no son puramente flamencos: Los Planetas, el proyecto de Rocío Márquez y Bronquio que incorpora la electrónica, o el propio Yerai Cortés. Desarrollaremos parte de la programación en la calle con algunos artistas muy jóvenes, como Agujetas Chico, Esmeralda Rancapino, Manuel de la Tomasa, Ismael el Bola o José Canela.
Los artistas se mezclan entre grandes personalidades del flamenco, jóvenes talentos o artistas más alternativos ¿Cómo conviven todos estos estilos flamencos en un mismo festival?
Cada artista viene a representar lo que verdaderamente lleva dentro, su conocimiento y sus formas de expresar el flamenco.
El espacio del festival es algo que disfrutan mucho. Tienen la oportunidad de ver a otros artistas y de convivir con ellos en las diversas actividades que se producen a lo largo del día. Algunos han terminado, otros están aún por actuar… Al mismo tiempo tienen la oportunidad de mezclarse entre el público, formando otro de los valores del festival. Como espectador, puedes estar viendo en un balcón a un artista y tener al lado a Tomatito o Pepe Habichuela.
Está edición de Flamenco On Fire muestra una gran parte del panorama actual flamenco. Como aficionado, ¿qué opinas de cómo se está desarrollando?
El flamenco lleva una evolución y cada una de las tres disciplinas lleva su propia progresión.
La guitarra está en un momento excelente. Hay una cantidad enorme de guitarristas y se está incorporando algo que, en el fondo, siempre ha estado muy presente, que es la mujer tocando la guitarra. En cuanto al baile y las compañías, tanto las grandes como el concepto de bailaor o bailaora en formato más pequeño, han incorporado técnicas y recuperado otras que sirvieron de base para la evolución del flamenco. Y el cante, después de unos años en los que la influencia de Camarón y Enrique Morente ha sido muy plausible, está también en un momento en el que empieza a haber muchos jóvenes, que tienen su propia personalidad, y conviven con los que ya estaban.
Como ya es tradición, durante el festival los asistentes podrán disfrutar de una práctica muy popular de este arte en las calles, con la actuación del extremeño Miguel Vargas en el Balcón del Palacio de Gobierno de Navarra el 27 de agosto. ¿Cómo crees que se va a vivir ese momento?
El balcón nocturno responde a un criterio fundamental para el festival, que es la guitarra de concierto. Comenzó en su momento con la voluntad de recuperar el nombre y la obra de Sabicas, y a lo largo de su programación hemos intentado por todos los medios que la guitarra tuviera un papel muy importante.
Miguel Vargas será el encargado de representar el pistoletazo de arranque de Pamplona, y, por lo tanto, se hace en un sitio que solamente se abre para esta cita.
El festival también contará con otras actividades como Electro On Fire ¿De dónde surge esta idea novedosa y en qué consiste?
Es un proyecto en el que colaboramos con Fernando Vacas, que está en su segunda edición y que abarca distintas disciplinas que no tienen que ser exclusivamente musicales, sino que incluyen el arte visual, audiovisual o performativo, tomando de base el flamenco pero con resultado final que no tiene por qué serlo.
El año pasado arrancamos con una sesión performativa en la que participaron infinidad de artistas produciéndose un encuentro muy interesante. En esta ocasión, el Electro On Fire cambia de registro convirtiéndose en un certamen de arte audiovisual en el que a través de 12 composiciones, número que recuerda a las ediciones del festival y al famoso compás de amalgama, los participantes hacen una interpretación propia del deporte de la pelota vasca.
Además de esta, ¿qué otras actividades se proponen en el festival?
Presentamos toda la parte de sostenibilidad y buenas acciones que hacemos. Tenemos desde hace años un programa en el que el flamenco también es sensible a determinadas cuestiones de orden social y medioambiental.
También están las actividades extramusicales. El galardón que este año se lo damos a Isamay Benavente, a José Manuel Gamboa y a José Luis Ortiz Nuevo. Damos también un galardón honorífico a una persona que colaboró mucho con el festival, muy querida y conocida en Navarra que es Loretxo Iñarrea. Hay, además, una audición de discos de pizarra directamente a través del gramófono, actividades para niños, una flashmob o una exposición en torno a la obra de Javier Fergó, un fotoperiodista muy reconocido que trabajó en el festival y falleció súbitamente hace tres años y creemos que es el momento de recordarle.
Para terminar, los asistentes podrán disfrutar de la programación recorriendo tres localidades de la región: Pamplona/ Iruña, Viana y Tudela ¿Hay intención de ampliar el festival a otros lugares?
No hay una búsqueda de ampliar o de crecer por el mero hecho de sumar localidades. Solamente creemos en un criterio de calidad en el que verdaderamente sea positivo y proporcional también para el área en el que se pueda desarrollar el Flamenco On Fire.
En principio, desde un punto de vista cardinal estamos en los sitios en los que tenemos que estar. Hemos salido de Pamplona a dos localidades totalmente distintas, y ahí hay un radio de cobertura para el festival dentro de la Comunidad Foral de Navarra que es suficiente.

Presentación del Festival en Navarra