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«El desamparo», lo nuevo de Israel Fernández en Gallery Session. Crónica de una noche

Israel Fernández está sorprendiendo en el panorama flamenco, altamente especializado, por su dominio del cante, su personalidad y su eco. Aquí presentamos el nuevo videoclip realizado en Gallery Session la plataforma musical que está subiendo puestos. Os dejamos, además, la crónica de nuestra colaboradora en Córdoba María Villatoro de la última actuación de Israel en la ciudad.

Israel Fernández presenta su último trabajo “El desamparo” en la plataforma Gallery Sessions. Se trata de una plataforma para retransmitir conciertos en diferido desde el espacio Acid House (Carrer d’Àvila, 84) de Barcelona. Desde su fundación en 2020, para dar solución a la escasez de conciertos y actividad cultural, que planteó la pandemia, se ha convertido en un gran escaparate para disfrutar de la música que más suena en las listas. Su intención es contar con los artistas de todo el panorama musical español. La propuesta plantea la actuación de artistas emergentes o reconocidos en un escaparate a pie de calle como escenario. Actuaciones resaltando en un entorno urbano con sorpresa

A medio camino entre el videoclip y el directo, ahora presenta lo último del joven cantaor flamenco Israel Fernández.

 

UNA NOCHE CON ISRAEL FERNÁNDEZ

María Villatoro. Peña Flamenca Merengue de Córdoba. Foto Paco Manzano

A los pies del Guadalquivir se alza el Alcázar de los Reyes Cristianos. Como muchos otros casos, que bien encierra la historia de Córdoba, fue mandado construir sobre restos andalusíes, que previamente se erigieron sobre la huella romana. Esta edificación en particular, albergó durante siglos la presencia de la alta alcurnia, siendo sus últimos inquilinos los Reyes Católicos. Un marco idóneo que dio cobijo, el pasado 4 de septiembre, a uno de los reyes del cante flamenco contemporáneo, Israel Fernández. Al calor de la noble guitarra de Diego del Morao y junto a los cordobeses hermanos Gamero en el compás, el joven toledano realizó un muestrario de lo jondo.

No hay trampa y tampoco cartón, uno va a escuchar a Israel, y sabe lo que vino a encontrarse. Un cante dotado de especial personalidad, que comprende inexorable un profundo estudio de los cantes y de los maestros. Curioso es que lo que hoy nos deje un buen regusto al oído sea, precisamente, los soníos de un tiempo anterior. Paquero por admiración y camaronero de corazón, pero son reminiscencias de entorno al primer tercio del siglo XX lo que expone cada vez que sube a cualquier tabla. En una peña recóndita o bien, en esta ocasión, en el Festival “Flamenco entre las Flores”, no hay trampa y tampoco cartón.

Israel se entremezcló con su cante en los distintos pasados que guarda, en ocasiones con anhelo, una ciudad de trazado romano, esquinas árabes y callejuelas de flamenco. Por levante y por tientos, todo un lujo, sin embargo, son en los cantes a doce tiempos donde lució en plenitud su sentir. Dulces melodías te embaucaban por bulerías, y un ejemplar ejercicio de capoteo del compás por soleá cubrió de temple todo a su paso. De familia fandanguera, extrapoló el fandango, más allá de un cante, a una virtud.

Su aporte personal no ataña sólo a sus dotes como cantaor, también a la creación de sus propias letras. Adecuadas a la métrica del palo a desarrollar, vienen cargadas de experiencias de su ser y son compuestas acorde a la sabiduría popular flamenca.

Por esto expuesto, en suma a sus cualidades en su faceta de artista, que he preferido dejar en el tintero a expensas de verlas en su máximo apogeo, creo que Israel Fernández posee todos aquellos rasgos para anteponerse al paso irremediable de los tiempos. Si bien su estilo de cante ya ahonda otro tiempo y es imparcial al paso de los años, será decisión de lo que anda escrito si su nombre trasciende o no los misteriosos carriles de la historia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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