Afanador, la obra estrenada el año pasado por el Ballet Nacional de España, ha sido la gran ganadora de los Premios Max 2025, consiguiendo 5 galardones, entre ellos el premio al mejor espectáculo de Danza. Estrenada el pasado año, la obra premiada ha recorrido diversas ciudades recogiendo éxitos y el entusiasmo del público. Foto Merche Burgos para Ballet Nacional
El Ballet Nacional de España se ha llevado 5 Premios Max en la edición 2025 el Premio al Mejor espectáculo de danza; a la Mejor composición musical para espectáculo escénico (Juan Cristóbal Saavedra, Enrique Bermúdez, Jonathan Bermúdez, Gabriel Georgio González y Roberto Vozmediano); a la Mejor dirección de escena: Marcos Morau por Afanador; al Mejor diseño de vestuario: Sílvia Delagneau por Afanador; y a la Mejor diseño de iluminación: Bernat Jansà por Afanador.
El director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, recogió emocionado los galardones. En la obra Rubén protagoniza de una de las páginas de Ángel Gitano, a la que da vida, también con su baile, en esta original propuesta.
En la 28ª edición de los Premios Max han concurrido un total de 486 espectáculos inscritos, de los cuales 179 resultaron candidatos en la primera fase y 33 resultaron finalistas en la segunda.
AFANADOR
Conocido sobre todo por sus trabajos en el mundo de la moda y como retratista de grandes personalidades, Ruven Afanador ha sentido siempre pasión por Andalucía y el flamenco… Observa, se sumerge y se fascina para ofrecerlo a través de su personalísima mirada, como reflejan sus libros Mil Besos y Ángel Gitano, donde explora la estética y la expresión de los cuerpos femeninos y masculinos, respectivamente. Porque en el flamenco encuentra todas las emociones del ser humano y a través del flamenco refleja sus íntimas pasiones.
Son los personajes de estas fotografías los que han fascinado y movido a Marcos Morau, responsable de la idea y de la dirección artística, para la creación de esta nueva obra. “Ruven Afanador no “hace fotos”, las construye, las escenifica”. Afanador nos guía por una galería de imágenes que trenzan las hebras del pasado y del presente, donde la danza española se encuentra con la contemporánea y donde prima el blanco y el negro de la fotografía en un drástico contraste que permite transformar el vestuario y la escenografía, diseñados por Silvia Delagneau y Max Glaenzel respectivamente, en cataratas, aludes y tempestades. Nos enfrentamos a una obra surrealista que subvierte lo conocido convirtiendo los elementos tranquilizadores de la tradición en extraños e irreconocibles.
La coreografía ha sido realizada por el propio Marcos Morau, Lorena Nogal, Shay Partush, Jon López y Miguel Ángel Corbacho, asistente de dirección del Ballet Nacional de España. Grandes lazos, horcas y batas de cola acompañan la composición musical creada por Juan Cristobal Saavedra, y con la colaboración especial de la cantante y compositora Maria Arnal. Este camino por unos mundos que bailan por las lindes de lo onírico, la muerte y la vida vienen de la mano del dramaturgo Roberto Fratini Serafide, el diseño audiovisual de Marc Salicrú y el diseño de iluminación de Bernat Jansà.
Cada escena de Afanador parte de una imagen icónica del fotógrafo. El escenario nos transporta al instante que capta el objetivo y la evocación cobra vida. Música electrónica, minera, seguiriya, cantar de trilla o ecos de Semana Santa, mueven el baile, lo acompañan, despiertan la memoria de las instantáneas en blanco y negro.
Marcos Morau quiso trasladar a Afanador “como en ciertos sueños, donde reconocemos los lugares, las personas, los paisajes y, sin terminar de comprender qué les sucede, sabemos que hablan de nosotros”.