Valladolid celebró con éxito su semana más importante en cuanto al arte flamenco se refiere. Del 3 al 8 de este mes de junio se desarrolló en el Laboratorio de las Artes de Valladolid (LAVA) la XX edición de las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid, organizadas por la Fundación Municipal de Cultura. Unas jornadas, presentadas en esta edición por Fernando Pastor, colaborador de Zoco Flamenco, que nacieron para arropar y dar contexto a la celebración de las pruebas selectivas para el Festival Internacional del Cante de las Minas que cada año se celebra en La Unión (Murcia). Por Fernando Pastor. Foto Enrique el Extremeño por @ChuchiGuerra
RAÚL OLIVAR
Inauguró esta edición de las Jornadas el guitarrista vallisoletano Raúl Olivar. Miembro de una familia mucha tradición musical (su hermano tocaba la guitarra en canción de autor y su hermana es soprano), Raúl se formó con grandes artistas como Luis Lara, Óscar Herrero, Manolo Sanlúcar, José Antonio Rodríguez o Cañizares.
Compone sus propios temas y ya tiene 5 discos en su haber. El último, Guitácora, es el que dio título a su intervención es estas Jornadas, en las que estuvo acompañado por José Luis Jiménez al cante y la percusión, Santi Borja al cante, César Diez al bajo, Iván Carlón a la flauta travesera y Arturo Aguilar al baile.
JUAN TOMÁS DE LA MOLÍA
El segundo día fue el turno del baile, de la mano de un jovencísimo pero muy reconocido bailaor, Juan Tomás de la Molía, quien recientemente ha sido galardonado en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba y ha sido nombrado artista revelación en el pasado Festival de Jerez con el espectáculo Vertebrado, que es el que presentó en Valladolid.
Sus giras internacionales también le avalan.
Juan Tomás de la Molía nació hace 24 años en Trebujena (Cádiz), en el seno de una familia con mucha afición al flamenco. Con 6 años se matriculó en la escuela de Ana María López, en la que entró en el mundo de las bulerías y de las alegrías.
José Galván, Farruquito o Pepe Torres son otros de los profesores que ha tenido.
Con 18 años ganó el concurso Manolo Soler, lo que le supuso obtener una beca para entrar en la prestigiosa fundación Cristina Heeren, teniendo como profesores a Choro Molina, Luis Aparicio, Milagros Mengívar, Javier Barón, Rafael Campallo, entre otros.
Durante más de un año formó parte del Ballet Flamenco de Andalucía.
Juan Tomás de la Molía opta más por la naturalidad y la espontaneidad que por el academicismo. Se deja llevar por los sentimientos y por sensaciones.
Vertebrado es su primer espectáculo en solitario. Está basado en las bulerías porque ha querido hacer un espectáculo que le identifique plenamente.
Este espectáculo está dirigido por Manuel Liñán, y en el escenario le acompañaron Jesús Rodríguez a la guitarra, y Jesús Corbacho y José el Pechuguita al cante.
Con todos ellos el público disfrutó de más de una hora de improvisación, burla, dinamismo y diversión.
ALICIA GIL
El tercer día el protagonismo fue para el cante, con Alicia Gil, cantaora sevillana de voz versátil y variedad de registros, con una dilatada trayectoria en la que junto al flamenco más ortodoxo refleja el cante de su Sevilla y de Triana.
Ha protagonizado giras y actuaciones cantando tanto adelante como atrás para el baile y para la guitarra.
Ha participado en la película Yerma, poniendo la pincelada de cante flamenco.
Su actuación en Valladolid llevó por título Recital de Cante, y la acompañaron Lito Espinosa a la guitarra y Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote a las palmas.
ENRIQUE EL EXTREMEÑO
El jueves puso la voz Juan Antonio Santiago Salazar, conocido como Enrique el Extremeño. Una voz potente y un gran sentido del compás, aportando la sabiduría y el conocimiento que le da su dilatadísima carrera artística.
El pasado mes de noviembre vio la luz su último trabajo discográfico, 50 años de cante, con variedad de formas y estilos del cante jondo. Este disco, grabado con 11 guitarristas, celebra sus 50 años encima de las tablas y ha sido elegido mejor disco de cante de ese año.
El Extremeño reconoce que su inspiración es Antonio Mairena y el palo con el que más a gusto se encuentra es con los tarantos, de los que podría interpretar decenas de estilos diferentes.
Juan Antonio nació en el seno de una familia gitana que vivía la fiesta flamenca como algo propio, y se le metió el gusanillo.
Con 13 años creó un grupo, Los Mayorales, y aunque solamente duró un año le permitió grabar un disco a instancias del padre de Paco de Lucía.
Tras ello llegó el profesionalismo, trabajando en tablaos.
Gran parte de su carrera artística la ha desarrollado como cantaor de atrás, para el baile de importantes figuras. No en vano se hizo a creedor al Giraldillo al mejor intérprete de acompañamiento en la Bienal de Sevilla, y El Festival de Jerez le reconoció como mejor cantaor.
Estuvo acompañado por Antonio Moya a la guitarra y por Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote a las palmas.
PRUEBAS SELECTIVAS
El viernes se celebraron las pruebas selectivas para participar en la 63 edición del Festival Internacional del Cante de Las Minas, que este año se desarrollará entre el 31 de julio y el 10 de agosto.
Ante el jurado, compuesto por Kyoko Shikaza y Juan Manuel Gamboa actuaron la bailaora Aitana Roseau Cañadas, los cantaores Pablo Moreno Gutiérrez y Gregorio Moya Lara, y los guitarristas Carlos Javier Sánchez Fernández y Jesús Carbonell Jiménez.
Aitana Roseau Cañadas, almeriense de 23 años, ha sido integrante del Ballet Nacional de España y del Ballet de Andalucía, ha coreografiado la Convocatoria Nacional de Danza Premios Ciudad de Castellón, y es bailaora de plantilla en los Teatros Flamencos de Sevilla y de Madrid.
Pablo Moreno Gutiérrez, extremeño de 27 años, ha recibido formación en la prestigiosa Fundación Cristina Heeren y en el Conservatorio Profesional de Sevilla y es profesor de cante en la Universidad Popular de Plasencia.
Gregorio Moya Lara, de Ciudad Real, comenzó a cantar en 2008 y editó un disco, No duerme nadie, que es un homenaje a Enrique Morente.
Carlos Javier Sánchez Fernández es un toledano aunque afincado en Asturias. Toca la guitarra desde los 6 años de edad, y a los 11 se inició como tocaor flamenco de la mano de Pepe Núñez. Realiza giras nacionales e internacionales, tanto como solista, como acompañando para el cante de importantes artistas como María Toledo o Israel Fernández. Es profesor de guitarra y guitarrista oficial de la Peña Cultural Flamenca Enrique Morente y de la compañía flamenca Al Aire. Tiene varias publicaciones y está preparando un libro-disco.
Jesús Carbonell Jiménez es navarro. Ha participado en el prestigioso festival On Fire en 2020 y 2021, y en 2022 llegó a las semifinales del Festival Internacional del Cante de las Minas.
MARI PEÑA
Como es habitual, el mismo día de la celebración de las citadas pruebas selectivas tuvo lugar una Trasnoche Flamenca, con la cantaora Mari Peña, emparentada con lo más granado del arte flamenco de Utrera (Sevilla), tierra a la que lleva por bandera en su cante. No en vano el espectáculo que ofreció en Valladolid llevó por título Utrera en la memoria, acompañada por Antonio Moya a la guitarra y por Juan Diego Valencia y Manuel Cantarote a las palmas.
SERGIO DE LOPE Y LA BANDA MÚNICIPAL DE MÚSICA
El colofón a estas Jornadas flamencas Ciudad de Valladolid lo puso un espectáculo de flauta y saxofón, titulado Sin Límites, con el músico cordobés Sergio de Lope, acompañado por Sergio Gómez El Colorao al cante y Javier Rabadán a la percusión, así como la Banda de Música de la Escuela Municipal de Música de Valladolid interpretando palos flamencos.
Este espectáculo es un proyecto revolucionario y pionero en el sentido de ser la primera vez que se hace música flamenca para una banda de música, con instrumentos de viento y de percusión orquestal.
Sergio de Lope obtuvo en 2017 el Filón Minero, primer premio del Concurso de Instrumentista Flamenco del Festival Internacional del Cante de las Minas.
Ha sido director musical de la primera producción internacional de flamenco que realizó el Teatro Real de Madrid, con el que estuvo de gira por Estados Unidos durante tres meses.
