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Manolo Caracol: la voz del que fue genio hasta en la eternidad

Recordábamos hace unos días con todo el cariño posible el nombre de Manolo Caracol, una figura que tanto ha engrandecido el flamenco. Reconocida su importancia, el Tablao Torero en sus ciclos de conferencias dedicaba el pasado martes su tarde a homenajearlo.

Comenzaba Manuel Bohórquez, reconocido flamencólogo, soltando al aire la idea de reconocer a Caracol como lo que verdaderamente era, un genio, algo en lo que todos los presentes parecíamos estar de acuerdo y sobre lo que se desarrolló el trasfondo de todas las conversaciones siguientes. Comulgando con esa idea, la cantaora María Vargas reafirmaba el concepto añadiendo que para ser un genio uno debe nacer con ello, no fabricarlo a lo largo de la vida. Y cierto es, como el hecho defendido de que serlo es algo indiscutible por los que conocen mínimamente un poco de su historia.

Salomé Pavón @PacoManzano

El Flamenco brilla en las Medallas de Oro al Mérito en las Bellas Artes

María Vargas @AlbertoRomo

Y como ello, sin quererlo, los participantes demostraron que un genio es, ante todo, familia. Sencillez. Cercanía. Gracias a la verdad defendida por su nieta Salomé Pavón, el cariño expresado a través de su hermana Manuela o las inagotables anécdotas de Manuel Herrero y Cancanilla de Málaga, el ambiente disfrutó del recuerdo más cercano y bonito de Caracol y su inagotable vida.

Morenito Illora hijo @PacoManzano

Y aunque dicen que ya no se conciben artistas con tal renombre y poder, el homenaje terminaba como no se podría haber expresado mejor, a través del cante. Morenito de Illora hijo, con su garganta de cascabel tan delicada, lo dedicaba al rey del flamenco entonando al cielo la popular letra que lo recordaba junto a otros grandes:

Cómo cantaba Manolo, ay,

Manolo Caracol.

Que está cantando en el cielo

porque Dios se lo pidió.

Primero la Salvaora,

luego la Niña de Fuego

y para broche de oro, ay,

Carcelero, carcelero.

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