Mayte Martin y el guitarrista José Gálvez nos dieron cobijo en su esfera flamenca y el público quedo gratamente encandilado con el buen hacer de dos flamencos serios. El cante sobrio pero arenoso de Mayte nos llevó por varias y diferentes rutas del quejío. «¡Hoy estoy caprichosa!», le dijo al guitarrista, con esa forma que tienen los artistas prudentes de decir que estaba a gusto. Foto @DemetriaSolana
Mayte Martin se recrea rebuscando en su memoria las huellas de los grandes maestros del pasado, la esencia que la hace ser una cantaora con un respeto hacia lo que hace y nos da, que nos conmueve. La Niña de los Peines, la homenajeada en esta edición de la Suma Flamenca 2023, no faltó en su repertorio y a la que mentó como su gran admirada artista.
Le acompañó a la guitarra en esta ocasión José Gálvez, un valor seguro para mecer el cante o exaltarlo, natural de un barrio que rebosa arte, como es el de Santiago de Jerez. Un “bohemio de nacimiento” según el mismo , y que nos hizo disfrutar con su toque añejo, como los buenos vinos de su tierra.
El tercer protagonista de estos encuentros con el flamenco es el público, una afición digna de los mayores elogios por parte de los artistas, siempre sintiéndose queridos y disfrutando de su entrega, lo que les hace encumbrarse y destilar su arte. Lastima que sean tan breves estos encuentros flamencos, pero ya se sabe… lo bueno, breve pero intenso.