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El cante

El cante, como arma cargada de verdad

Enrique Morente, un cantaor muy comprometido socialmente durante toda su carrera.  A comienzos de los 70, sufrió la censura por un disco homenaje a Miguel Hernández, en el que no se permitió incluir el poema “Andaluces de Jaén”. Morente fue un defensor del andalucismo, movimiento al que cantó. Grabó también canciones inspiradas en la obra de Federico García Lorca, destacando el genial disco de flamenco-fusión Omega, en el que canta poemas de Poeta en Nueva York, de marcado carácter anticapitalista. Por Juan José Leonor

De Granada, hay que nombrar a Curro Albaycin, artista y estudioso del flamenco cercano al comunismo -inauguró con su cante sedes del Partido Comunista-. Son conocidos sus Tangos del Obrero. Su militancia le costó un intento de asesinato por un simpatizante de la organización extremista Fuerza Nueva, que le disparó al grito de “Ya no recitas más a Lorca”.

También hay que destacar a Manuel Gerena, el cantaor más perseguido en los 70 del siglo pasado. Sufrió cientos de detenciones, sus actuaciones generaban una gran expectación y en muchas ocasiones se prohibieron.

Por último, citar a El Cabrero, el cantaor protesta más destacado en la actualidad, cercano al anarcosindicalismo y gran intérprete de los Fandangos Republicanos. La crítica social está muy presente en sus intervenciones:

No critiques a mi copla,
Y apréndela tú también,
Que corra de boca en boca,
Pá que el pueblo sepa bien,
Quien lo engaña y quién lo explota.

(Fandango Republicano de El Cabrero)

El flamenco, en su evolución, también ha servido para expresar problemáticas propias de la clase trabajadora, tales como la explotación, las condiciones laborales, la migración, el reparto de la tierra o el asociacionismo proletario. Esta realidad se ha expresado, entre otros, por los estilos propios surgidos del campo andaluz: los Cantes del Campo. Como ejemplo, tenemos los Cantes de Trilla, cuyo compás lo marca el ritmo del trillo sobre la era:

“Trabajo de sol a sol,
Trabajo de sol a sol,
Las ganancias son pal amo,
Pá mí solo es el sudor”

Los Cantes de las Minas recogen también ese malestar de clase, de rebelión frente a la injusticia. Surgieron en las cuencas mineras de Linares, Murcia y Almería, debido a la gran emigración que se produjo hacia estas zonas desde distintos lugares de Andalucía en el siglo XIX. En estos cantes es muy típico que aparezcan conceptos como  la acumulación y la explotación capitalista.

Minero, ¿pá que trabajas,
Si pá tí no es el producto?
Pá el patrón son las alhajas,
Para tu familia el luto,
Y para tí la mortaja

Igualmente, en el siglo XIX, el movimiento obrero en Jerez de la Frontera,  en su incipiente industria de producción y exportación de vino. Los obreros sufrían duras condiciones de trabajo y de vida, que quedó reflejado en el flamenco, esencia del pueblo jerezano:

“Tó lo tienen preparao,
Los civiles en los cortijos,
Por eso matan a obreros,
Para agradar a los ricos.
Le pregunté a mi morena,
Que por qué me despreciaba,
Y me contestó serena,
Que en la asociación entrara.”

Bibliografía:

Historia social del Flamenco. Alfredo Grimaldos: Editorial Península

Pensamiento político en el cante flamenco. José Luis Ortiz Nuevo. Editoriales Andaluzas Unidas

La identidad andaluza en el flamenco. Carlos Ríos Martín

Las voces que no callaron, Flamenco y revolución. Juan Pinilla. Editorial Atrapasueños

 

 

 

 

 

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