El estreno de “Cuadrar el círculo, improvisación de una o más cosas”, el último espectáculo de Rocío Molina, en el marco de Suma Flamenca 2024, ha superado todas las expectativas. Única en su baile crea una obra personalísima que basada en la libertad recorre las formas del flamenco. Por Rosa Pérez Riesco. Fotos: Demetria Solana.
Está el baile flamenco y luego está Rocío Molina. No sólo es una extraordinaria representante del género, lo suyo va más allá. Es una esencia bailaora en estado puro, es una fuerza que arrolla, es una creación libre que envuelve y remite a lo más jondo. Por eso es la representante de la vanguardia del baile flamenco por excelencia. Su forma de bailar le permite plantear cualquier propósito y alcanzarlo porque con su baile rompe las estructuras y rompe los conceptos. Se desnuda y esa desnudez alcanza al espectador en lo íntimo. Esta es la fuerza de su arte, de cualquier arte.
El estreno de “Cuadrar el círculo, improvisación de una o más cosas”, el último espectáculo de Rocío Molina, en el marco de Suma Flamenca 2024, ha superado todas las expectativas. Única en su baile crea una obra personalísima que basada en la libertad recorre las formas del flamenco.
Al hilo del compás el espectáculo nos adentra en lo jondo, sin concesiones. De la forma en que La Molina sabe dar su arte, improvisando, buscándose, encontrando esa inspiración libre de la herencia flamenca. En formato cuarto de cabales, la bailaora se crece ante los retos. El reto del compás que pelea, juega y domina junto a Oruco. El reto del baile ante el cante incisivo y preciso, en esta ocasión de un enorme Pepe de Pura. Y el reto, que es juego con las guitarras de Eduardo Trasierra y Yerai Cortés, siguiendo el canon hasta romperlo, porque el arte no tiene molde, no puede tenerlo. En definitiva, el reto de cuadrar el círculo, ahí es ná. Y lo consigue. Créanlo.
Con el convencimiento de haber tenido el privilegio de presenciar algo realmente extraordinario, el público de los Teatros del Canal rompió en ovaciones y aplausos sostenidos durante diez minutos, en uno de los espectáculos más sonados de la Suma Flamenca 2024. Prodigiosa Rocío.
Ficha artística. Estreno absoluto
30 octubre: ‘Cuadrar el círculo’ | SUMA FLAMENCA 2024 | Madrid
Cuadrar el círculo. Improvisación sobre una o más cosas
“Cuadrar el círculo es una performance que parte de algo sencillo. Se disponen antes algunas formas y limitaciones: dos cuerpos, luego tres, cuatro, y quizás más; una estructura ovalada, casi un círculo; una mesa, bastante cuadrada, por cierto; en ella, un vaso, más que por cilíndrico por llenarlo de ron, a poder ser Zacapa; una pregunta, de esas importantes, pero, ¿cuál?; un código, la cosa flamenca, que es a la vez técnica y memoria; por último, para rematar, unos zapatos muy usados, usadísimos. Después hay que echarse a bailar, medir el espacio hasta agotarlo, si es que es posible. Vaya, no hablamos de nada nuevo, más bien de todo lo contrario. Volver a intentar resolver ese problema antiguo que no podía resolverse tan solo con compás y regla. Intentar, si se puede, cuadrar el círculo”. (Texto Enrique Fuenteblanca)
Baile: Rocío Molina
Cante, baile y compás José el Oruco
Cante: Pepe de Pura
Guitarras: Eduardo Trasierra y Yerai Cortés
Idea original y coreografía: Rocío Molina
Dirección de arte: Julia Valencia
Dirección musical: La inspiración
Diseño escenografía: Carlos Soto
Dirección técnica: Carmen Mori
Técnico de Sonido: Javier Álvarez
Regiduría: María Agar
Dirección de producción: El Mandaito Producciones S.L.