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José Mercé o cómo llevarse al público al terreno del cante

José Mercé se metió anoche en el bolsillo al público madrileño. La Sala Roja de Teatros del Canal donde se está desarrollando Suma Flamenca estaba abarrotada, con las entradas agotadas desde hacía semanas. Es una satisfacción enorme para los que vivimos el flamenco ver toda la afición al cante que puede haber en Madrid. Una afición además entendida, entregada y agradecida. Culpable de esta atracción es el artista José Mercé, auténtico embajador del flamenco, que lleva más de cinco décadas haciendo proselitismo y enganchando a las filas de lo jondo a miles de almas. Texto Redacción Zoco Flamenco:  Fotos: Demetria Solana

Llegó Mercé con pocas ganas del cante que hiere y pasó de puntillas, ligero y sin huella, por la Malagueña y la Soleá con las que inició el recital. En la Seguiriya se abrió el pecho y su voz resonó en la tarde con ecos profundos recordando a su hijo Curro. Pero cuando de verdad Mercé levantó al público fue con las Alegrías y a partir de ahí el personal quedó prendado de la  bella voz, inconfundible, y del carisma envolvente del cantaor. El de Jerez y su gente hizo Fandangos, Tangos, y, cómo no, Bulerías. Terminó con dos bises y el auditorio en pie cantando Al Alba. Son las cosas de un gran artista, que aunque tenga una noche regular logra remontar y desviar la cosa hacia la orilla alegre del cante, que bastantes penas sufrimos en el diario vivir.

La gente de Mercé es una barbaridad que merece reseña aparte. Antonio Higuero es un gran guitarrista, siempre atento a los giros del cante. Profundidad y jondura jerezana en las cuerdas de su sonanta, que mereció la primera gran ovación de la noche. Y qué decir de los palmeros, unos monstruos del compás, compañeros de la juerga y el jaleo que levantan hasta a los muertos. Chícharo de Jerez, Mercedes García, Jorge Bautista y Víctor Carrasco grandes con su presencia y saber. La percusión de David del Gasolina remataba la faena.

Anoche no quedó duda de que José Mercé es adorado en Madrid, el maestro cuenta con un gran auditorio fiel que echa de menos más presencia del maestro en la capital. Y el jerezano, hijo adoptivo de corazón, corresponde con cariño y alegría a su público.

  • FICHA: Espectáculo “Flamenco por Derecho”. José Mercé, cantaor de Jerez. Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 2024

José Soto Soto, José Mercé, nació en el jerezano barrio de Santiago. Es biznieto de aquel seguiriyero decimonónico bautizado Francisco Valencia, que respondía por Paco Luz, uno de los puntuales del genuino arte de Santiago; sobrino de Manuel Soto Sordera, actual patriarca del flamenco local. Gitano, Mercé llegó predestinado para el cante. Antes de que le creciera la voz terrible del duende, con seis años se incorporó a la escolanía de la Basílica de la Merced -de ahí su apelativo artístico-, donde estuvo otra media docena de años cantando en dulce latín a los santitos del cielo.

José Mercé conoce e interpreta el flamenco como nadie, y el comienzo de Flamenco por derecho está dedicado a los palos más de «raíz » del arte jondo, junto a su cuadro, que interpreta con suma maestría. Nos canta una malagueña, una soleá, unas seguiriyas. Pronto entran a acompañarle sus coristas/palmeros y percusión para realizar unas alegrías y bulerías de Jerez y alguno de sus más grandes éxitos. Con 19 álbumes publicados desde su debut en 1968, José Mercé ha mantenido la esencia pura del cante y la ha mezclado con otros géneros, hasta situarse como un artista clave del flamenco y la música española, rompiendo fronteras. En la actualidad está triunfando con una gira, interpretando canciones de su paisano y «vecino » Manuel Alejandro con un éxito inigualable, sin dejar de lado su perfil flamenco, del que podremos disfrutar en diferentes y variados escenarios.

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