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Los Chavalillos de España, 30 años de memoria flamenca y música popular

«Papá quiero ser bailarín. ¿Y eso cómo se hace? Yo le dije: yendo a una academia. Mi padre me preguntó: ¿cuánto cuesta?; y le respondí 25 pesetas. Bueno, empiezas mañana».  Texto: Esther Rebollo*, periodista. Fotos: Paolo Aguilar

José Luis Requejo, «Josele», tenía entonces sólo ocho años y comenzaba así, en el Madrid de la postguerra, una carrera que le llevaría a bailar con Lola Flores y Manolo Caracol, pero sobre todo a ser primer bailarín y luego a dirigir la compañía «Los Chavalillos de España», a la que perteneció durante 30 años. En 1979 se disolvió posiblemente el conjunto flamenco y de música popular más longevo de la historia de España. (*Artículo 2016, publicado en revista impresa nº 12).

Fue el promotor artístico Pepe Cabo quien fundó en 1948 «Los Chavalillos de España» como una compañía juvenil, que llegó a estar integrada por hasta 20 artistas. En sus inicios formaron parte, además de «Josele», el actor Manolo Zarzo y la fallecida Lina Morgan, quienes años después se decantaron por la actuación en el teatro, el cine y la televisión cosechando grandes éxitos.

Josele fue contratado por Cabo en 1949, cuando apenas tenía 14 años, y quien luego se convirtió en su esposa, la también bailarina Oro del Hierro, se sumó a la compañía tres años después. La pareja comenzó recorriendo España y viviendo mil aventuras para obtener documentos que les permitieran realizar giras internacionales siendo menores de edad. No se detuvieron y llegaron a lugares de ensueño.

París, Ginebra, Nueva York, Londres, Beirut, Teherán, El Cairo, Caracas, La Habana, Ciudad de México… «Recorrimos Oriente Medio y Venezuela cuando eran países seguros y en paz», afirma con nostalgia Josele en su casa de Madrid y junto a Oro, su inseparable esposa, cuando está a punto de cumplir 82 años.

«Actuábamos en el Hotel Miami de Teherán y en fiestas privadas. En una ocasión nos contrató el Sha de Persia y actuamos para los altos mandos del Ejército de Irán», cuenta el artista. Y en otra, prosigue, «Oro bailó en una gala para el Rey Faruk de Egipto, en Roma», donde el monarca se había exiliado tras el golpe de Estado que lo destronó en 1952.

«A Caracas fuimos en 1955, había estabilidad, nos contrató la cervecera Polar para actuar en la televisión venezolana durante un mes, pero nos quedamos tres. Venezuela no era lo de ahora, había carreteras, grandes avenidas, multitud de canales de televisión. En nuestro país no había nada de eso», relata en un intento de explicar el retraso en el que estaba sumida España durante el Franquismo.

«Nosotros conocimos lo mejor de Venezuela y lo mejor de Oriente Medio. También fuimos a Nueva York, Cuba, México, París, Alemania, Suiza, Italia…, y en 1979 viajamos por última vez a Alemania», rememora.

Pepe Cabo cede la compañía en 1962 a Josele y desde entonces asume la dirección, pero ya como formación flamenca y de música española reducida a seis integrantes: dos guitarristas, dos bailarines y dos bailarinas. Con esta propuesta, «Los Chavalillos» amenizan las mejores salas de fiesta de la Costa Brava y de las islas Canarias durante los siguientes años, que alternan con algunas giras.

Los contratos no cesaban pero la pareja entiende que no es la mejor vida para formar una familia, pues ya había nacido su primer hijo, y en 1979 «Los Chavalillos de España» se despiden de los escenarios, en los que nunca dejaron de arrancar con «La Danza Española Nº 5» de Enrique Granados para seguir con alegrías, seguiriyas, soleás y zapateao. Siempre a la guitarra de dos grandes: Pedro Ximénez y Paco Jiménez «Paquito».

Charles Chaplin, Antonio Machín o Sofía Loren son algunas de las estrellas que en alguna ocasión estuvieron entre el público que disfrutó y se rindió a los pies de «Los Chavalillos de España».

 

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