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Esther Merino

Esther Merino, MELÓN DE ORO 2017. FESTIVAL LO FERRO

“Si tengo un día de mucho sentimiento, y quiero sacarlo, necesito cantar por seguiriyas”

Por Fernando Pastor

Esther Merino ha sido la ganadora de la última edición del Melón de Oro del Festival Internacional del Cante Flamenco de Lo Ferro. Como es habitual, quien gana este certamen es presentado a principios de octubre en La Cistérniga (Valladolid).
¿Cómo surge su afición por el flamenco?

Mi padre, que es muy aficionado al flamenco, me llevaba a ver actuaciones y a ver a las peñas flamencas de Badajoz. Cuando íbamos de viaje en verano poníamos música de Fosforito, El Turronero, Camarón, etc. Y así poco a poco me fui aficionado a este arte.

Su carrera artística comenzó muy pronto
La primera vez que me subí a un escenario tenía 16 años. Fue en Alburquerque, el pueblo de mi madre. Lo recuerdo con mucho cariño porque estaba toda mi familia, mis amigos…

Después la diputación de Badajoz me dio una beca para ir a estudiar un año a Sevilla, a la Fundación Cristina Heeren,  y la propia Fundación me becó otro año más por haber sido alumna aventajada. En esta Fundación es donde aprendí realmente lo que era el flamenco, pues en mis comienzos había cantado temas de Niña Pastori o Remedios Amaya, pero en la Fundación Cristina Heeren fue done aprendí lo que era una malagueña, una soleá, una seguiriya.

Tras salir de la Fundación, continué la formación estudiando mucho en casa y me presentándome a concursos. En los concursos te obligan a interpretar cantes concretos, lo que obliga a estudiarlos y aprenderlos

¿Hubo algún artista en que se inspirara especialmente?

Mis primeras fuentes fueron Paco Taranto, José de la Tomasa y Esperanza Fernández, que fueron mis profesores en la Fundación. Luego ya Carmen Linares, La Paquera de Jerez o Antonio Mairena son mis principales referentes.

Usted es extremeña, ¿el flamenco en Extremadura tiene características especiales?

Extremadura tiene cantes propios, como son los jaleos, los tangos, los fandangos de Porrina, la taranta de Pepe el Molinero…que la definen y hacen que sea una tierra bastante flamenca, tanto por sus cantes como por sus cantaores.

Y usted en concreto ha traspasado fronteras.

Sí. He actuado en el coliseo de Lisboa ante 4.000 personas, o en Amsterdam ante 2.000 personas.

Foto: Manu Aviés

¿Qué le llevó a presentarse en el Festival Internacional de Cante Flamenco de Lo Ferro?

Había oído hablar de él desde hace años, y cuando me encontré preparada quise tener la oportunidad de presentarme.

¿Qué significa para usted haber obtenido el Melón de Oro?

Es un galardón que da mucho prestigio y abre muchas puertas. Ahora la gente me conoce más, gracias a este premio.

También ha participado en el Festival Internacional de Cante de las Minas

Sí. He ganado dos veces el primer premio por tarantas, y he quedado segunda finalista. Al haberme quedado en puertas de la Lámpara Minera, el próximo año lo volveré a intentar.

Tiene dos discos

El primero lo grabé en 2006, estando aún en la Fundación Cristina Heeren y el segundo lo grabé en 2015, con el título Mil y una razones. Entre los dos hay una diferencia abismal, no solo por los 10 años que los separan. El primero lo saqué cuando todavía estaba estudiando y aprendiendo, y el segundo es la plasmación de toda una trayectoria, con los cantes con los que más a gusto me siento, tanto en flamenco como en fado, que también hay fados en este disco.

Además es profesora de cante.

Sí. Tengo una pequeña escuela en Gévora, una pedanía de Badajoz, y una escuela itinerante por la provincia de Badajoz

¿Con qué palos se siente más a gusto cantando, o se identifica más?

Con los que me siento más a gusto son las seguiriyas y las bulerías. Son los más personales a la hora de trasmitir unas letras. Si tengo un día de mucho sentimiento,  sea bueno o malo, y quiero sacarlo, necesito cantar por seguiriyas. Y por bulerías siempre.

¿Cómo ve el futuro del arte flamenco?

Hubo unos años muy buenos. Sin embargo cuando declararon el flamenco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en vez haber más apoyo tuvo una bajada abismal, pasó a haber menos ayudas, menos subvenciones…Pero desde hace poco se van notando otra vez esas iniciativas de las instituciones apoyando. Y los aficionados tienen la necesidad de ese ratito de flamenco, lo disfruta.

En concreto en Extremadura, ¿cómo está el flamenco?

Lo veo cada vez mejor porque están saliendo compañeros muy jóvenes y muy preparados, no solo en los cantes propios extremeños, jaleos o tangos, sino que van a concursos y los ganan, como Manuel pajares, ganador del Melón de Oro en el Festival Internacional del Cante flamenco de Lo Ferro la pasada edición, o Celia Romero, que con tan solo 16 años ganó la Lámpara Minera en el Festival Internacional del Cante de las Minas. Extremadura está muy preparada y va a tener muy buen futuro porque tiene un gran nivel

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