«Adiós patio de la cárcel, / rincón de la barbería, / que al que no tiene dinero / lo afeitan con agua fría»: es la letra, pura y dura, de los célebres tangos del Piyayo; tangos de Málaga que también circulan, en versión más amable, como «Adiós, Málaga la bella«… Por: José Antonio Ponferrada. Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba. Peña Flamenca “Merengue de Córdoba”. Cuadro Carcelera, por Julio Romero de Torres
Si hasta nuestro Señor Jesucristo anduvo (o andó, como dijo el cura del chiste) en prisiones, a ver quién se ve tan blanco para librarse de ellas. En nuestro flamenco, desde luego, no faltan referencias a esta desdicha, que hasta tiene género propio: la carcelera. Que, como dejo escrito mi pariente Agustín Gómez, no es cualquier letra que hable de presidios; sino que tiene su musicalidad propia, muy presente especialmente en Córdoba y en el maestro Fosforito.
Dijo también Agustín (Cantes y estilos del flamenco, Córdoba, 2003), que dentro de la cárcel las ganas de cantar se quitan. Se canta fuera (en libertad), el recuerdo de la jaula. Para conjurarlo. Ya lo dijo Machado: se canta lo que se pierde (hasta lo malo): «Y te enviaré mi canción / con un papagayo verde / que la diga en tu balcón: / «se canta lo que se pierde«.
Hoy queremos traer a Zoco Flamenco el recuerdo de dos grabaciones especialísimas: 2 gritos de libertad (1997) y Cantes afuera (2005). En los dos se recoge algo de lo mejor que se oyó en el «Concurso Nacional de Cante Flamenco en Centros Penitenciarios», una iniciativa que nació para el de Córdoba, donde el gran Rafael Trenas, guitarrista, daba clases a los internos. Hay que imaginarse las tremendas dificultades con que los organizadores, gentes del flamenco y funcionarios de prisiones, habrán tenido que bregar para juntar participantes dispersos por la geografía: más de quince días dicen que tardó en llegar a Córdoba el concursante de Valladolid, haciendo escalas por los macos de España, escoltado por la Guardia Civil.
2 gritos de libertad
Ambos discos en CD son producción de la Confederación Andaluza de Peñas Flamencas. Vamos a 2 gritos de libertad (1997). El concurso de 1991, como el de 1995, los ganó José Serrano Campos, «Pelayo», muy largo cantaor sevillano con ecos de Pansequito y Camarón. Grabó bulerías, soleá, alegrías, taranto y tangos. En el de 1993 triunfó Antonio de los Santos Bermúdez, Antonio «Agujetas», de esa casa de Jerez tan pura. Grabó seguiriyas, bulerías, malagueñas y soleá. Y a los dos los juntaron para una larga tanda de fandangos.
Por lo que sea, parece que hubo un parón y otro concurso que no se grabó. Sí los dos siguientes, en Cantes afuera (2005). Se hicieron en el penal de Albolote, Granada. El de 2003 fue para Juan José Domínguez Romero, «Juan de Graná», muy flamenco y con mucho gusto, dice Pepe Arrebola en su presentación. Grabó milonga, fandangos, tientos, serrana y polos. El VI Concurso, el de 2004, Lo ganó José Ramón Fernández Flores, de Algeciras, Cádiz, un diamante en bruto, dice la presentación. Grabó malagueña, cantes mineros, soleá, fandangos y bulerías. Y aunque sabemos que en Albolote se celebró algún concurso más, no nos consta que haya pasado al CD.
Por mi parte, quiero aprovechar la ocasión para felicitar muy cordialmente a nuestro amigo José Carmona Pulido, Pepe Carmona, que es a quien debo el regalo de ambos discos. Tras muchos años de difusión de la cultura flamenca, gran conocedor y muy implicado en la gestión como directivo de la Confederación Andaluza, presidente de la Federación de Peñas Flamencas de Córdoba, de la Peña del Rincón Flamenco y responsable del sector en el Ateneo de Córdoba, Pepe se corta la coleta para dejar paso al siguiente. Valorar cuanto desde los bastidores aportan personas como él, es tan de justicia como infrecuente.
Lo del patio de la cárcel no pierde actualidad, ahí están hace nada los tangos modernos de Omar Montes y Farruko:
¡Ah! Hagan el favor de buscarse en el internet al Niño Miguel tocando «El sitio de Zaragoza», la mejor banda sonora para el reciente 12 de octubre.
Hasta otra; salud y libertad.
